Que el Dios que infunde aliento y perseverancia les conceda vivir juntos en armonía, conforme al ejemplo de Cristo Jesús.
Romanos 15:5-6. NVI.
Lectura: Romanos
15:1-13. Versículos del día: Romanos 15:5-6,
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor nos invita
siempre a vivir en armonía. En otro pasaje nos afirma el Rey David en su canto
lo siguiente: “¡Qué maravilloso y agradable es cuando los hermanos conviven en
armonía!” (Salmo 133:1. NTV). Y es que sí es bello y agradable encontrar que, en
una Congregación, en la misma familia o en el ambiente de trabajo se respira amor.
No es fácil; muchas veces predomina el chisme, la calumnia, el dedo acusador o
la envidia, pero Dios nos llama a ser solidarios y tolerantes. A amarnos los
unos a los otros y qué mejor que la armonía se de en la Iglesia o en el seno
familiar como continúa la lectura: “para que con un solo corazón y a una sola
voz glorifiquen al Dios y Padre de nuestro Señor Jesucristo”. Es difícil alabar
y adorar al Señor en medio de peleas y trifulcas. “Acéptense mutuamente como
Cristo los aceptó a ustedes” (v. 7). Es fácil aceptar y amar al que está de
acuerdo con nosotros, sin embargo, cuando vemos un ‘pero’, nos detenemos.
Pongamos en práctica lo
que nos dice el último versículo del día, para que en realidad sea dejando
hacer su obra al Espíritu de Dios y gozar a plenitud de su fruto: “Que el Dios
de la esperanza los llene de toda alegría y paz a ustedes que creen en él, para
que rebosen de esperanza por el poder del Espíritu Santo” (v. 13). Somos
nosotros los llamados a estar alegres y en paz, no son los del mundo. Nos
corresponde dar ejemplo.
Amado Señor Jesús:
de verdad tenemos que llenarnos completamente de tu Santo Espíritu para
aprender a vivir con el gozo Tuyo que en últimas será el que nos lleve a ser
más agradables y amorosos con los que tenemos que compartir. Permite que el
amor que ofrezcamos sea el eje de nuestras vidas que motive a los que nos
rodean. Gracias bendito Señor por tus enseñanzas. ¡Las necesitamos tanto! ¡Se
nos olvida dar el verdadero amor!
Un abrazo y bendiciones,
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