Esta es la confianza que tenemos al acercarnos a Dios: que, si pedimos conforme a su voluntad, él nos oye. Y, si sabemos que Dios oye todas nuestras oraciones, podemos estar seguros de que ya tenemos lo que le hemos pedido.
1 Juan 5:14-15. NVI.
Lectura: 1 Juan
5:13-21. Versículos del día: 1 Juan 5:14-15.
MEDITACIÓN DIARIA
Dice la lectura que, si
nosotros creemos en el Nombre del Hijo de Dios sabemos que tenemos vida eterna
y que cada vez que nos acercamos a Él confiados plenamente de que nos oye,
seguro que obtendremos lo que le pedimos. Así que ya sabemos del privilegio que
gozamos por creer en el Nombre del Hijo de Dios. Nuestro Papá Dios es un Papá
muy complaciente con sus hijos; pero no le creemos. Tal vez el problema radica
en que nos acercamos a Él dudando, quizá con cierto temor. No tenemos la
suficiente confianza para hablarle cara a cara; quizá hay ciertos estereotipos que
nos alejan en vez de atraernos.
Debemos acostumbrarnos a
ver a nuestro Dios como lo que es: el mejor Papito que pudiéramos tener. El
Papito que se ríe con las alegrías y se estremece con las tristezas; el que se
alegra con los triunfos y sufre en la derrota. Para que esto suceda necesitamos
tener una relación íntima y personal con Él. De lo contrario nunca vamos a
saber cómo es en realidad nuestro Dios y Padre Celestial. Si no has empezado a
verlo como el Padre amoroso que Él es, te invito a no perder más tiempo y dejarte
envolver completamente en sus brazos.
Papito Dios: te
ruego que enciendas nuestros corazones con la llama de tu amor, para que podamos
llegar hacia Ti con toda la confianza, la sencillez y humildad sabiendo que estás
listo a escucharnos y no solamente cumplir tu voluntad en cada uno de nosotros
sino también a entender que nos llevas de tu mano por el mejor camino
encontrado. Gracias, muchas gracias por hacernos tus hijos. Gracias por la enseñanza
que nos dejas a través de este devocional. ¡Bendito Eres Padre amado!
Un abrazo y bendiciones.
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