El problema es que se han infiltrado entre ustedes ciertos individuos que desde hace mucho tiempo han estado señalados para condenación. Son impíos que cambian en libertinaje la gracia de nuestro Dios y niegan a Jesucristo, nuestro único Soberano y Señor.
Judas 1:4. NVI.
Lectura: Judas 1:1-16. Versículo del día: Judas 1:4.
MEDITACIÓN DIARIA
Judas, hermano de
Santiago y a la vez del Señor Jesús escribe esta carta con el fin de alertar a
los hermanos en la fe, de la salvación que tienen en común, para no dejarse
llevar por personas que confunden la maravillosa gracia con el libertinaje, que
les permite llevar una vida inmoral y niegan a Jesucristo nuestro Único Soberano
Señor.
Si nos damos cuenta, son
palabras y advertencias que también le competen a la Iglesia en estos tiempos. Son
muchos los que haciéndose pasar por profetas, predicadores o siervos del Señor
se infiltran en las iglesias para enredar a los fieles. Es ahí precisamente donde
está el peligro porque los que son débiles en la fe pueden caer en sus manos y
desviarse fácilmente del verdadero camino. Y no creamos que son solamente
ellos, nos puede pasar a cualquiera de nosotros. Nos corresponde entonces,
empaparnos de la Palabra de Dios para poder hacer frente a estos dardos que
manda el enemigo. Sigue el apóstol diciendo que, aunque ya sabemos esas cosas
es bueno recordarlas con el fin de no caer en la trampa. Aprendamos a defender
la fe que Dios nos ha confiado. Todo el que niegue la divinidad de Cristo es un
anatema. ¡Abramos bien los ojos!
Amado Señor:
gracias porque a través de tu misma Palabra nos previenes sobre las falsas
doctrinas que se levantan continuamente. Permite Señor que nos empapemos de Ti
a través de la Biblia para no caer en manos de los aparentes maestros que bien
quieren es alejarnos de tu verdadero mensaje. Gracias, muchas gracias bendito
Dios y Señor nuestro.
Un abrazo y bendiciones.
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