Todo el que cree que Jesús es el Cristo ha llegado a ser un hijo de Dios. Y todo el que ama al Padre ama también a los hijos nacidos de él.
1 Juan 5:1. NTV.
Lectura: 1 Juan
5:1-5. Versículo del día: 1 Juan 5:1.
MEDITACIÓN DIARIA
Así es; nos convertimos
en hijos de Dios cuando recibimos a Cristo en nuestras vidas (Juan 1:12). Al
hacernos hijos de Dios, lo amamos porque es nuestro Padre Celestial.
Cariñosamente nuestro Papito, eso quiere decir Abba Padre. El mismo amor que le
tenemos es el que nos lleva sin carga alguna a amar a nuestros hermanos en la
fe. Ese amor también nos lleva a cumplir sus mandatos y recordemos que en el
Nuevo Testamento el mismo Señor nos dejó lo siguiente: “De todos los
mandamientos, ¿cuál es el más importante? —El más importante es: “Oye, Israel. El Señor
nuestro Dios es el único Señor —contestó Jesús—. ‘Ama al Señor tu Dios con todo
tu corazón, con toda tu alma, con toda tu mente y con todas tus fuerzas’. El
segundo es: ‘Ama a tu prójimo como a ti mismo’. No hay otro mandamiento más
importante que estos” (Marcos 8:28-31). En estos dos se basa toda la esencia del
Nuevo Pacto. “Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros.
Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros”
(Juan 13:34).
Como conclusión,
nuevamente el Señor nos lleva al amor. Definitivamente sin amor no hay perdón,
reconciliación ni transformación. El amor es la base de las Buenas Nuevas
dejadas por el Señor Jesucristo. Demostremos con hechos que somos hijos de
Papito Dios y que por lo tanto nos interesa el prójimo como tal. “De este modo
todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros” (Juan
13:35). Y “Sabemos que amamos a los hijos de Dios si amamos a Dios” (v. 2 en la
lectura).
Amado Dios y Padre
nuestro: te damos gracias por permitirnos llegar a Ti como verdaderos hijos
tuyos a través de tu Hijo Jesucristo. Gracias por enseñarnos a amarnos del
mismo modo que lo haces con nosotros. No queremos defraudarte, sino demostrar al
mundo que somos tus hijos dando igualmente todo el amor que Tú nos has ofrecido.
Haznos sensibles no solo a tu voz sino a las necesidades de los que sufren por
uno u otro motivo. Gracias, muchas gracias bendito Papito Dios.
Un abrazo y bendiciones.
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