martes, 9 de febrero de 2021

Esforcémonos por promover lo que edifique

Tú, entonces, ¿por qué juzgas a tu hermano? O tú, ¿por qué lo menosprecias? ¡Todos tendremos que comparecer ante el tribunal de Dios!  

Romanos 14:10. NVI.


Lectura: Romanos 14:1-23.  Versículo del día: Romanos 14:10.


MEDITACIÓN DIARIA


La lectura nos hace ver que entre los hermanos se encuentran unos débiles en la fe, mientras otros son fuertes. El caso es que por más maduros o fuertes que nos creamos, debemos por amor al hermano edificarlo, no destruirlo. Puede haber diferencias entre lo que se come, entre el modo de vestir, de llevar el cabello, de ponerse o no ponerse, etc. El caso es que vivimos y morimos para el Señor; entonces no existe el porqué para discutir. Tampoco nos corresponde juzgarlos porque no estamos de acuerdo con sus pensamientos e ideas. Al final de cuentas sean los unos o los otros, Dios es nuestro Juez y todos, tendremos que presentarnos ante Él.

Actuemos como nos lo aconseja el apóstol Pablo: proponiéndonos no poner tropiezos ni obstáculos al hermano. El reino de Dios es de justicia, paz y alegría en el Espíritu Santo y por lo que aquí se discute son banalidades que no tienen fundamento alguno. “Por lo tanto, esforcémonos por promover todo lo que conduzca a la paz y a la mutua edificación” (v. 19). En definitiva, también entra en juego el amor que ofrezcamos, porque el amor no es egoísta y todo lo soporta (1 Corintios 13).


Amado Señor: te damos gracias por tu Palabra que es verdad y siempre está al tanto de enseñarnos y levantarnos como es tu deseo. Permite buen Señor que dejemos a un lado toda crítica hacia nuestros hermanos por cuestiones triviales que lo único que nos deja es alejarnos de la fe. Perdona toda falta de menosprecio y ataque destructivo que hayamos cometido en las relaciones con los que has puesto a nuestro lado. Gracias por hacernos entender que en esto también debe predominar el amor fraternal. ¡Te amamos buen Señor!


Un abrazo y bendiciones.

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