Yo te haré mi esposa para siempre, y te daré como dote el derecho y la justicia, el amor y la compasión. Te daré como dote mi fidelidad, y entonces conocerás al Señor. Oseas 2:19-20.
Lectura: Oseas 2:1-23. Versículos
del día: Oseas 2:19-20.
MEDITACIÓN DIARIA
Dios es un Dios celoso y
demanda de nuestra parte exclusiva adoración para Él. El pueblo de Israel se
prostituyó siguiendo a otros dioses y Dios a través del profeta Oseas, les
anuncia el castigo que tendrán por haberlo abandonado: “La llamaré a cuentas
por los días en que quemaba ofrendas a sus falsos dioses, cuando se adornaba
con zarcillos y joyas, y olvidándose de mí, se iba tras sus amantes —afirma el
Señor —” (v. 13). Sin embargo su amor inigualable hacia Israel es más fuerte y
les promete una restauración como el esposo más amoroso y fiel.
Lo mismo hará con su Iglesia.
Cada uno de nosotros somos parte de ella; y si lo hemos abandonado y olvidado,
llegará el momento en que con amor eterno nos atraerá de nuevo (Jeremías 31:3).
Nadie más nos ofrece esa clase de amor y esa fidelidad incomparable. Nos
regalará el derecho y la justicia. “ya
no me llamarás: mi señor, sino que me dirás: esposo mío” (v. 16). ¡Qué manera
de reconquistarnos y volvernos hacia sus brazos! ¡Tú eres hermoso, amado mío!
Eres el más fiel y verdadero
amor. Eres el amor inigualable de mi vida y no sé cómo pagarte tanto bien que
me has hecho. Por favor mi Señor: cada vez que me veas alejada de Ti, llévame
al desierto donde solo Tú y yo estemos para que allí sienta la fuerza poderosa
de tus brazos y vuelva a regocijarme en tu regazo.
Un abrazo y bendiciones.
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