lunes, 1 de abril de 2024

La tumba de mi Señor está vacía

 El primer día de la semana, muy de mañana, cuando todavía estaba oscuro, María Magdalena fue al sepulcro y vio que habían removido la piedra que cubría la entrada. Así que fue corriendo a ver a Simón Pedro y al otro discípulo, a quien Jesús amaba, y les dijo: —¡Se han llevado del sepulcro al Señor y no sabemos dónde lo han puesto! 

Juan 20:1-2. NVI.


Lectura: Juan 20:1-18.  Versículos del día: Juan 20:1-2.


MEDITACIÓN DIARIA


¡Él triunfó sobre la muerte! La tumba estaba vacía, pero sus discípulos Pedro y Juan que fueron corriendo al sepulcro de Jesús no habían comprendido lo que su Maestro les había dicho al respecto que resucitaría; “En ese momento entró también el otro discípulo, el que había llegado primero al sepulcro; y vio y creyó.  Hasta entonces no habían entendido la Escritura que dice que Jesús tenía que resucitar” (vv. 8-9).


¡Gloria a Dios! ¡La tumba del Señor Jesús está vacía! Él venció la muerte para que también todos los que creemos pasáramos de muerte a vida y más tarde encontrarnos con nuestro buen Jesús para tener una vida eterna a su lado. Es un privilegio para todo aquel que en Él cree. La tumba de ningún otro líder religioso se encuentra vacía, solamente podemos afirmar esto, con la tumba de nuestro Rey y Señor, Jesús de Nazaret.


Señor Jesús: gracias porque tal como lo expresaste a tus discípulos que resucitarías, así sucedió. Bendito Dios, gracias porque tus planes son perfectos y en el momento exacto permitiste que Tu Hijo Jesús, el Mesías prometido viniera a la tierra para salvarnos de la esclavitud del pecado y poder llegar hacia Ti, sin tropiezo alguno. Gracias precioso Espíritu Santo que levantaste de los muertos a Jesús de Nazaret para que también nosotros resucitemos. Gracias Señor Jesús por la nueva vida aquí en la tierra y la vida futura en la Patria Celestial. ¡Te amamos bendito Dios Trino!


Un abrazo y bendiciones.

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