—Vuelve a casa que tu hijo vive —dijo Jesús. El hombre creyó lo que Jesús dijo y se fue.
Juan 4:50. NVI.
Lectura: Juan 4:43-54. Versículo del día: Juan 4:50.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Cuánta fe nos falta para actuar como este hombre de Galilea! Definitivamente nuestra fe es muy
precaria. Aun sabiendo que sin fe es imposible agradar a Dios, dudamos en
momentos de crisis. Tal pareciera que buscamos al Señor y no lo encontramos. Oremos
para que el Señor aumente nuestra fe.
Mi buen Señor: ni
siquiera como un grano de mostaza es mi fe. Yo te ruego que la aumentes. Te lo
pido a Ti que Eres el Autor y Consumador de la Fe. Señor mío: muéstrame el
camino derecho para andar, no me dejes retroceder. Sé que solamente Tú puedes
abrir puertas donde el enemigo las tiene cerradas. Pero Tú ya lo venciste mi
Señor. Él no tiene ningún derecho sobre mi vida porque la victoria es Tuya.
Gracias, bendito Dios y Señor mío. Quiero ir de tu mano y saber que Tú apruebas
la decisión que tomemos junto con mi esposo. ¡Ven en nuestra ayuda Señor!
¡Aumenta nuestra fe porque nunca nos has abandonado y esta vez tampoco lo harás!
Te doy gracias y me resguardo en tus brazos amorosos que me brindan calor y
protección.
Un abrazo y bendiciones.
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