jueves, 25 de abril de 2024

Dile también que te sane

 Levántate, recoge tu camilla y anda —le dijo Jesús.  Al instante aquel hombre quedó sano, así que tomó su camilla y echó a andar. 

Juan 5:8-9. NVI.


Lectura: Juan 5:1-15.  Versículo del día: Juan 5:8-9.


MEDITACIÓN DIARIA


Esto le ordenó el Señor Jesús a un hombre paralítico de Jerusalén que llevaba enfermo treinta y ocho años. Solamente bastó la Palabra del Señor para que el paralítico sanara. Así que él obedeció, recogió su camilla y echó a andar sin darse cuenta ni saber quién lo había sanado. Como era sábado, los judíos le criticaron que llevara su camilla alzada; pues las tradiciones pesaban más que la sanidad. Infortunadamente ahora es igual: pesan más las tradiciones en las diferentes religiones que tener una relación personal con Jesús. Esa es la diferencia entre cristianismo y cualquier religión.


Mira, no sé con cuál enfermedad puedes estar batallando ahora; pero sí sé que Jesús puede darte sanidad. Entrégale tu vida a Jesús y dile que tú crees que Él es el mismo de ayer que consigue levantar enfermos. Jesús murió por ti y con Jesús puedes tener salvación, sanidad, una vida abundante aquí en la tierra y una vida eterna a su lado. Si te parece, te puedo guiar con una corta oración. Dile así:


Señor Jesús: sé que me amas y que moriste en la cruz por mis pecados. Yo te necesito; hoy quiero pedirte perdón y decirte que tomes el control de mi vida. Por favor, toma Tú el timón y dirígeme por la senda que bien me tengas preparada. Como aquel hombre paralítico, también requiero sanidad. Te doy gracias por perdonarme, por entrar a ser parte de mi vida, por sanarme y por darme la vida eterna Contigo. Muchas gracias buen Señor. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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