Pero se acerca el tiempo—de hecho, ya ha llegado—cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad. El Padre busca personas que lo adoren de esa manera. Pues Dios es Espíritu, por eso todos los que lo adoran deben hacerlo en espíritu y en verdad.
Juan 4:23-24. NTV.
Lectura: Juan 4:1-26. Versículos del día: Juan 4:23-24.
MEDITACIÓN DIARIA
Este capítulo de Juan es
maravilloso; me encanta. El Señor Jesús hablando con la mujer samaritana en el
pozo de Jacob, cuando ella fue hacia la hora del almuerzo a sacar agua del
pozo. El Señor le ofrece el agua de vida eterna (vv. 13-15). La mujer le pregunta
al Señor, por qué los judíos dicen que el único lugar para adorar es Jerusalén,
mientras los samaritanos creen que es ahí en ese monte. Entonces, el Señor le
responde: “—Créeme, querida mujer, que se acerca el tiempo en que no tendrá
importancia si se adora al Padre en este monte o en Jerusalén” (v. 21). Una
respuesta, que ahora tiene igual de importancia. No importa el lugar donde
decidamos adorar porque el tiempo ha llegado; lo importante es adorar al Padre
en espíritu y en verdad.
Tú puedes hacerlo en un
campo abierto, en tu habitación, en tu Iglesia o en donde mejor te parezca y a
la hora que desees. Lo importante es la sinceridad con que lo hagas. Yo diría
que con un corazón contrito y humillado recordando el temor reverente hacia
Dios.
Amado Señor Jesús:
enséñanos a adorar al Padre Celestial en espíritu y en verdad. Que toda la
gloria y majestad sea dada a Él como ayer, hoy y por los siglos de los siglos. Queremos
adorarlo en espíritu y en verdad. Santo, Santo, ¡Santo Señor Dios Todopoderoso!
El que Era, Es y por siempre Serás. ¡Digno eres, Señor y Dios nuestro, de
recibir la gloria, la honra y el poder, porque tú creaste todas las cosas; por
tu voluntad existen y fueron creadas! ¡Aleluya a nuestro buen Dios y Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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