Vengo pronto. Aférrate a lo que tienes, para que nadie te quite la corona. Al que salga vencedor lo haré columna del templo de mi Dios y ya no saldrá jamás de allí. Sobre él escribiré el nombre de mi Dios y el nombre de la nueva Jerusalén, ciudad de mi Dios, la que baja del cielo de parte de mi Dios; también grabaré sobre él mi nombre nuevo.
Apocalipsis 3:11-12.
Lectura: Apocalipsis 3:7-13. Versículos del día: Apocalipsis 3:11-12.
MEDITACIÓN DIARIA
“Esto dice el Santo, el Verdadero, el que
tiene la llave de David, el que abre y nadie puede cerrar, el que cierra y
nadie puede abrir. Conozco tus obras. Mira que delante de ti he dejado abierta
una puerta que nadie puede cerrar. Ya sé que tus fuerzas son pocas, pero has
obedecido mi palabra y no has renegado de mi nombre.” (vv. 7-8). ¡Quiero ser
parte de esta Iglesia! Sí, sí, ya lo somos y nos espera una linda Jerusalén.
Mi buen Señor
Jesús: gracias por todo lo que hiciste por mí. No solamente has lavado mis
pecados y perdonado, sino que me has dado el regalo de una patria celestial. Gracias,
bendito Señor por todo lo que le dices a esta Iglesia. ¡Quiero ser parte de
ella! Gracias porque me harás columna en el templo de mi Dios y nunca tendré
que salir de allí. Gracias porque también escribirás el nombre de mi Dios y
grabarás tu Nombre nuevo sobre mí. Gracias por hacerme partícipe de la nueva
Jerusalén; la de calles de oro y mar de cristal. Mi Señor y Redentor: ¡Te
espero con ansiedad de corazón! Y sé que cuando me lleves a tu Presencia sea
porque ya has venido o porque ya se me ha cumplido el plazo, yo estaré gozosa
de estar por siempre a tu lado. ¡Es tan agradable sentir tu amor y presencia en
mi vida! ¡Es tan hermoso escuchar tu voz! ¡Te amo mi Señor! ¡Fortaleza mía y
Dios mío!
Un abrazo y bendiciones.
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