jueves, 28 de julio de 2022

Orando a Dios del universo

Quiero, pues, que en todas partes los hombres oren, levantando las manos al cielo con pureza de corazón, sin enojos ni contiendas. 

1 Timoteo 2:8. NVI.


Lectura: 1 Timoteo 2:8-15.  Versículo del día: 1 Timoteo 2:8.


MEDITACIÓN DIARIA


Creo que ese ‘hombres’ es general: ahí entra tanto masculino como femenino. No podemos pensar que la oración es solamente para los hombres. Todos debemos orar con las mismas recomendaciones del apóstol Pablo en su Carta a Timoteo. Miremos algunas de las pautas: definitivamente orar no es algo vago. Es tener en cuenta que nos estamos dirigiendo al Dios Todopoderoso; al Rey de reyes y Señor de señores. Si bien es cierto que nuestra oración se basa en la confianza que tenemos con el Señor, no quiere decir que Él no merece toda nuestra adoración y pleitesía. Siempre deberíamos de tener presente no solo la sinceridad de corazón; también es importante estar libres de enojos y contiendas para que nuestra oración no tenga ningún impedimento.


Amado Señor: gracias por estar presente en nuestras vidas y enseñarnos a dirigirnos a Ti con humildad recordando que Eres Dios Santo, Poderoso, Eterno, Inmutable, Omnipresente y Sapientísimo; Eres el Dios de amor y de justicia. Señor, Tú mereces toda nuestra adoración y gloria porque solamente Tú fuiste inmolado por nuestros pecados. Cargaste con todo nuestro peso para venir a darnos vida y vida eterna. Gracias por tanto bien hecho para la humanidad caída. Gracias, muchas gracias bendito Dios, Señor y Salvador nuestro. ¡Te amamos Señor!


Un abrazo y bendiciones. 

No hay comentarios: