Y, como ellos lo acosaban a preguntas, Jesús se incorporó y les dijo: —Aquel de ustedes que esté libre de pecado, que tire la primera piedra.
Juan 8:7. NVI.
Lectura: Juan
8:1-11. Versículo del día: Juan 8:7.
MEDITACIÓN DIARIA:
Sí que me gusta este
pasaje! Y es que a cualquier persona deja con la boca cerrada porque no hay un
solo justo. Leamos lo que dice Romanos al respecto: todos se desviaron. No hay
uno que haga lo bueno; su lengua está llena de mentiras de maldición y amargura;
se apresuran a matar, no saben dónde encontrar paz. No tienen temor de Dios en
absoluto (Romanos 3:10-18 resumiendo). Pero más adelante precisamente aquí en
Romanos viene lo hermoso de parte de Dios. Nadie llegará a ser justo por hacer
lo que la ley manda, pero Dios nos hace justos cuando ponemos la fe en
Jesucristo. ¡Bendita gracia la que nos da Dios! Dios gratuitamente nos hace
justos a sus ojos por medio de Cristo Jesús que nos liberó del castigo de
nuestros pecados. ¡Su propio Hijo!
Si pensamos que esto era
solamente para los judíos estamos muy equivocados es para toda la humanidad. Incluso
esta mujer adúltera. Toda la humanidad ha caído, ha pecado, pero Cristo Jesús
vino a levantar a esa mujer que todos acusaban, a redimir a los mentirosos, a
los asesinos; absolutamente a todos, porque todos somos pecadores. Esta es una
gran verdad para todo el que cree, sea quien fuere (Romanos 3: 22). ¿Qué tienes
que hacer? Entregarle tu vida a Jesús y aceptar lo que Él vino a hacer por ti,
y lo puedes hacer con una sencilla oración como esta, pero con sinceridad de
corazón:
Señor Jesús: te
necesito; soy exactamente como dice tu Palabra: un pecador. Gracias por mostrarme
hoy que viniste a perdonarme y a limpiarme. Toma el control del trono de mi
vida. Perdona todos mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias
porque ahora puedo acercarme a Dios Padre a través de Ti. Gracias porque Contigo
encuentro paz y libertad. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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