Esto dice el Señor: Sean justos e imparciales con todos; hagan lo que es bueno y correcto, porque vendré pronto para rescatarlos y para manifestar mi justicia entre ustedes.
Isaías 56:1. NTV.
Lectura: Isaías 56:1-8. Versículo del día: Isaías 56:1.
MEDITACIÓN DIARIA
A lo largo de la
Escritura el Señor nos vive recalcando sobre la justicia y también sobre hacer
lo bueno. Y es que, si ya conocimos la gracia de Dios derramada a través del
Señor Jesús por su obra redentora para toda la humanidad, entonces, este gran
amor, como dice el apóstol Pablo, nos constriñe. O sea, nos demanda, nos obliga
a ser diferentes al resto de personas. De ahí que sea tan importante el
testimonio que demostremos en el diario vivir.
Creo que cuando presenciamos
una injusticia, se nos alborota el genio. Ver casos sobre discriminación por
asuntos de raza, de lengua, de color o de cualquier otra índole, va en contra
de los principios cristianos porque a eso no nos ha llamado el Señor. El mismo
Señor Jesús nos dio ejemplo cuando trataba a todos por igual e incluso nos dejó
una gran lección al llegar a los más vulnerables; a los más rechazados y más
señalados. Diría que como conclusión es simplemente impartir el amor. Es ese el
motor que nos lleva a transitar por un camino así sea pedregoso.
Amado Señor Jesús:
pon en nuestro corazón practicar la justicia y el derecho. Que nunca se nos
olvide que ante Ti éramos igual o peor y solamente por tu misericordia ahora
somos diferentes. Tu bendita gracia es la que nos ha ido transformando y
levantando para aprender a ser más humanos, misericordiosos y amorosos. Gracias
bendito Dios por tu Palabra que siempre está lista para enseñarnos. ¡Te
alabamos y te bendecimos!
Un abrazo y bendiciones.
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