Así que recomiendo, ante todo, que se hagan plegarias, oraciones, súplicas y acciones de gracias por todos, especialmente por los gobernantes y por todas las autoridades, para que tengamos paz y tranquilidad, y llevemos una vida piadosa y digna.
1 Timoteo 2:1-2. NVI.
Lectura: 1 Timoteo
2:1-7. Versículos del día: 1 Timoteo
2:1-2.
MEDITACIÓN DIARIA
¿Tenemos peticiones
especiales por nuestra familia, amigos o conocidos? Oremos por ellos; es más, dice
la Palabra que oremos: “especialmente por los gobernantes y por todas las
autoridades”. Sigue diciendo la lectura que esto es bueno y le agrada a Dios. ¿Por
qué? Hay una muy buena razón para ello: “pues él quiere que todos sean salvos y
lleguen a conocer la verdad. Porque hay un solo Dios y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre, quien dio su vida como rescate por todos”
(vs. 4-6). Para el Señor no existen las distinciones.
Esto es para reflexionar
muy bien porque el Señor no quiere que solamente oremos por la salvación de los
nuestros; Él va mucho más allá: quiere que su mensaje llegue incluso a los
gobernantes y autoridades. Quiere que ‘todos’ sean salvos. Así
que ya tenemos una muy buena tarea: orar por familiares, amigos y conocidos,
sin dejar por fuera a los que están dirigiendo nuestros países. ¿Y si estos
gobernantes no nos gustan? La verdad, no es problema nuestro. Dios nos mandó
orar por ellos y hay que obedecer. Él se encargará del asunto.
Señor Jesús: Tú
sabes cuánta necesidad hay en nuestras familias y amistades. Mi Señor, oramos
porque permitas que tu Santo Espíritu toque sus corazones y ante todo entiendan
que necesitan de Ti. Igualmente oramos por nuestros mandatarios y los que
dirigen los designios de nuestro país. Ellos necesitan urgentemente el toque
especial Tuyo para que entiendan que fuiste Tú quien permitiste llegaran a la posición
en que se encuentran. Señor, oro en especial por mi patria Colombia, por el
presidente entrante con su gabinete y todos sus colaboradores. Gracias porque
sólo en Ti hay salvación. Te ruego que abras sus ojos y entendimiento para que
de alguna manera tu mensaje de salvación llegue hasta ellos. Gracias, muchas gracias
por todas estas vidas mi Señor y Dios. ¡Te alabo y honro con todo mi corazón!
Un abrazo y bendiciones.
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