El último día del festival, el más importante, Jesús se puso de pie y gritó a la multitud: ¡Todo el que tenga sed puede venir a mí! ¡Todo el que crea en mí puede venir y beber! Pues las Escrituras declaran: “De su corazón, brotarán ríos de agua viva.
Juan 7:37-38. NTV.
Lectura: Juan 7:37-39. Versículos
del día: Juan 7:37-38.
MEDITACIÓN DIARIA
El mismo Señor Jesús hace
la invitación para que todo el que se encuentre sediento sea por la
circunstancia que sea, pueda venir hasta Él; “todos los que beban del agua que
yo doy no tendrán sed jamás. Esa agua se convierte en un manantial que brota
con frescura dentro de ellos y les da vida eterna” (Juan 4:14).
Así que, si estás pasando
un desierto financiero, de una enfermedad, de una crisis espiritual o emocional,
no dudes en recurrir al Único que puede calmar tu sed con agua viva y tu interior
se convertirá en un manantial capaz de dar vida y vida eterna.
Señor Jesús: hoy
oro por tantas personas que encuentran sus vidas acaloradas, agotadas, consumidas,
extenuadas, debilitadas y por ende sedientas, sin hallar la respuesta adecuada
que les permita refrescarse y continuar. Te ruego mi Señor que puedas llegar
hasta ellas y mostrarles el Manantial de vida que Eres Tú. Oro para que te
acepten como Señor y Salvador y experimenten el gozo de tu Santo Espíritu
llenándolas del agua viva y encauzando cada uno de sus problemas de manera que
experimenten la frescura que derramas. Muchas gracias bendito Señor. ¡Te
amamos!
Un abrazo y bendiciones.
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