sábado, 9 de julio de 2022

Tu corazón es tu Jerusalén

Cuando se acercaba a Jerusalén, Jesús vio la ciudad y lloró por ella. Dijo: —¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz! Pero eso ahora está oculto a tus ojos. 

Lucas 19:41-42. NVI.


Lectura: Lucas 19:41-48.  Versículos del día: Lucas 19:41-42.


MEDITACIÓN DIARIA


“Pero, cuando venga el Espíritu Santo sobre ustedes, recibirán poder y serán mis testigos tanto en Jerusalén como en toda Judea y Samaria, y hasta los confines de la tierra” (Hechos 1:8 NVI). De acuerdo a este versículo, hace ya muchos años, en mis iniciales pasos como cristiana, me enseñaron que mi primera Jerusalén era lo más cercano; tal vez, la familia, después los vecinos y así sucesivamente hasta llegar con el mensaje bien lejos. Claro, no existían las redes sociales ni el internet. Ahora, no tenemos excusa porque la comunicación llega a la velocidad mínima. Pero bueno; esto era un preámbulo porque el punto mío va a que tomemos esa Jerusalén por la que el Señor lloro, de manera personal. O sea, para ti directamente. El Señor también quiere decirte: “—¡Cómo quisiera que hoy supieras lo que te puede traer paz!”. Y así no lo creas, también Jesús llora por ti; le duele verte sufrir, y le duele sobremanera, que Tú no aproveches este tiempo de salvación: “porque no reconociste el tiempo en que Dios vino a salvarte” (v. 44b. en la lectura). No hagas más larga la espera. El Señor vino por ti hace dos mil años y ahora quiere que le abras tu corazón, tu Jerusalén y entres a convivir con Él. Si te parece, te invito a orarle así:


Señor Jesús: gracias por buscarme y venir hasta mí para salvarme. Gracias porque me amas. Yo te necesito; toma mi vida, te la entrego para que seas mi Señor y Salvador. Hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme de todo pecado y darme una nueva vida Contigo. Gracias porque me das la paz Tuya que sobrepasa todo entendimiento. Amén.


Un abrazo y bendiciones.

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