Entonces, el ángel les habló a las mujeres: ¡No teman!—dijo—. Sé que buscan a Jesús, el que fue crucificado. ¡No está aquí! Ha resucitado tal como dijo que sucedería. Vengan, vean el lugar donde estaba su cuerpo.
Mateo 28:5-6. NTV.
Lectura: Mateo 28:1-10.
Versículos del día: Mateo 28:5-6.
MEDITACIÓN DIARIA
¡Gloria a Dios porque
Jesús resucitó! Es el más grande milagro. Si el Señor no hubiera resucitado,
tal como lo dice Pablo: sería vana nuestra fe (1 Corintios 15:14). Pero, nuestro
Señor, nuestro Maestro, nuestro Salvador, resucitó. Su tumba está vacía. Ningún
otro líder religioso puede ufanarse de lo mismo; ninguno ha resucitado. Y fue
tan grande este acontecimiento que dividió la historia en dos: antes de Cristo
y después de Cristo. Él confirmó ser, lo que dijo ser.
Su resurrección también
nos da la esperanza de que los que hemos creído en Él, resucitaremos (1
Corintios 15:20), y veremos su gloria.
Señor Jesús:
gracias porque con tu resurrección nos estás afirmando que estamos en el camino
exacto. Nos confirmas que Eres el verdadero camino que da vida eterna. No solo
pagaste un precio por nuestros pecados, sino que también nos abriste la senda
para resucitar en el día señalado. Como quien dice en términos coloquiales: ‘hiciste
moñona por nosotros, la humanidad caída’. Gracias, muchas gracias por esa
esperanza de gloria que tenemos por tu bendita resurrección. ¡Te amamos Señor
Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
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