Te crees un gran rey porque vives en lujosos palacios. tu padre Josías disfrutó de la vida y celebró grandes fiestas, pero siempre actuó con justicia. Protegió al pobre y al necesitado, y por eso le fue bien en todo. ¡A eso le llamo conocerme!
Jeremías 22:15-16. TLA.
Lectura: Jeremías 22:13-17. Versículos del día: Jeremías 22:15-16.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor tiene su manera
de hablarnos; hoy lo he entendido mucho mejor. Siempre he pensado que no es
malo tener riquezas; para mí, lo que no está bien es acumular y acumular sin
acordarse de los necesitados. De hecho, mi consigna es: ‘Si soy bendecida es para
bendecir’. Pienso que si Dios nos da, es en primer lugar para estar bien tanto
en lo personal como en lo familiar; segundo mirar a los hermanos de la Iglesia;
tercero tener en cuenta a demás parentesco y amistades. Todo esto creo que, si
está en mis manos, ayudar a fundaciones e instituciones que lo necesiten. Pero
hay algo muy, pero muy importante: lo que se haga, lo que se dé, que sea con
amor. De resto no vale nada: “Si no tengo amor, de nada me sirve darles a los
pobres todo lo que tengo” (1 Corintios 13:3 TLA). Esa es mi oración al Señor. Y
hablando del rey Josías, dice el Señor terminando los versículos del día: “¡A
eso le llamo conocerme!”.
Bendito Señor: sé
que si me das, es para dar. Gracias por mostrarme que no es inclusive la
cantidad de dar por dar como si estuviera haciendo obras de caridad o de beneficencia
sino de hacerlo con todo el corazón; con el amor que brota agradecido por tu
grande y maravilloso amor para que de la misma manera yo actúe. Gracias Señor
por mostrarme a través del rey Josías lo que te agrada a Ti; lo que significa
en verdad conocerte. ¡Te amo mi Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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