Sin Jesús vivimos en la oscuridad

En él estaba la vida, y la vida era la luz de la humanidad. Esta luz resplandece en las tinieblas, y las tinieblas no han podido extinguirla. 

Juan 1:4.5. NVI.

Lectura; Juan 1:1-5. Versículos del día: Juan 1:4-5.

MEDITACIÓN DIARIA

Jesús: el Verbo, la Palabra, el Logos. El Evangelio de Juan que es el Evangelio del amor, comienza hablándonos de la persona de Cristo Jesús. Nos dice que desde el principio ya existía el Verbo y el Verbo estaba con Dios y el Verbo era Dios (v. 1). Eso nos remonta a Génesis cuando Dios creó los cielos y la tierra: “Y Dios consideró que esto era bueno, y dijo: Hagamos al ser humano a nuestra imagen y semejanza” (Génesis 1:25-26). Miremos que dice la Escritura: ‘Hagamos’. El Señor Jesús ya estaba desde la eternidad y hasta la eternidad. Vino cuatro mil años después a la tierra, a hacerse hombre solamente con la misión de salvarnos del pecado de la muerte.

Ese Logos, ese Verbo, esa Palabra le dio vida a todo lo creado y su vida trajo luz a todos. Esa luz resplandece en las tinieblas y jamás las tinieblas podrán apagarla. “Jesús volvió a hablarle a la gente: —Yo soy la luz que alumbra a todos los que viven en este mundo. Síganme y no caminarán en la oscuridad, pues tendrán la luz que les da vida” (Juan 8:12 TLA). Escribí este versículo en la versión Traducción Lenguaje Actual porque está muy explicado. El Señor les dice: ‘Síganme y no caminarán en la oscuridad”. Todo aquel que se acerca a Jesús y le sigue encontrará la luz de Jesús y su vida ya no seguirá de tumbo en tumbo. Sin Jesús vivimos en completa oscuridad. Aparentemente todo puede ser resplandor, pero el hombre no puede ser completo si alguna de sus áreas (espíritu, alma y cuerpo), está vacía. Puede que el cuerpo y el alma permitan ver superficialmente la vida maravillosa pero falta la persona de Jesús en el área espiritual. Sin Él no somos totales. ‘Todos fuimos creados para anhelar al Creador, nuestro Padre, y solo a través de una relación con nuestro Salvador Jesús pueden iluminarse las partes oscuras de nuestros corazones’ (Aimee Joseph). Te invito a orar así:

Señor Jesús: hoy me rindo a Ti. Te necesito porque entiendo que Eres la Luz que le hace falta a mi vida. Ven a mí para iluminar todo lo oscuro que hay en mi corazón. Toma el trono de mi vida y hazme como deseas que yo sea. Gracias por resplandecer mi vida con tu amor; gracias porque viniste a morir por mis pecados; te pido me perdones por ello. Gracias, gracias bendito Jesús.

Un abrazo y bendiciones.