Este mandamiento nuevo les doy: que se amen los unos a los otros. Así como yo los he amado, también ustedes deben amarse los unos a los otros. De este modo todos sabrán que son mis discípulos, si se aman los unos a los otros.
Juan 13:34-35. NVI.
Lectura: Juan
13:31-38. Versículos del día: Juan
13:34-35.
MEDITACIÓN DIARIA
Definitivamente el Señor
nos sigue hablando sobre la importancia del amor. Hay algo de lo cual no me
había percatado y es que el amor, es lo que nos hará diferentes con el resto de
las personas: “De este modo todos sabrán que son mis discípulos”. El alto grado
que el Señor demanda del amor, es el mismo que Él nos ofreció. No es cualquier
amor; es el amor ágape. El que todo lo puede, todo lo soporta, todo lo espera,
todo lo perdona. Quizá por eso en nuestras propias fuerzas no es fácil
demostrarlo; tiene que ser con el poder de Dios a través de Jesús y la unción
del Espíritu Santo. Como meta, propongámonos acatar lo de 1 Corintios 13;
leámoslo y releámoslo hasta que cale en lo más profundo de nuestro ser. Palabras,
que no solamente las tengamos en la cabeza, sino que también las bajemos al
corazón. El amor vence el temor, la tristeza, el desánimo, la debilidad, el egoísmo,
los celos, las contiendas, etc. El amor vence todo obstáculo.
Amado Señor:
gracias por demostrarnos cada día la importancia del amor. Es una verdad que no
se puede negar, porque el amor lo vence todo. Señor, queremos aprender a amar
con ese mismo amor que Tú nos diste. Permite que seamos obedientes a tu Palabra
y nos amemos unos a otros olvidando y perdonando ofensas; dejando el egoísmo a
un lado y sirviendo al prójimo sin pedir nada a cambio. Gracias, gracias por tu
Palabra mi Señor. ¡Te amamos Rey de gloria!
Un abrazo y bendiciones.
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