Guíame, Señor, por tu camino; dirígeme por la senda de rectitud, por causa de los que me acechan
Salmo 27:11.
Lectura diaria: Salmo 27:1-14. Versículo del día: Salmo 27:11
ENSEÑANZA
Con frecuencia, en la adversidad, nos ponemos en rebelión con Dios y le echamos la culpa de nuestros reveses sin darnos cuenta o recapacitar en lo que hicimos o dejamos de hacer para llegar a esas aflicciones. Cuando esto ocurre, debemos tener más claro el mensaje de Dios, cogernos de su Palabra y como dice David en este Salmo, buscarlo persistentemente “todos los días de mi vida”, para contemplar su hermosura y recrearnos en Él, confiados que ante la aflicción nos resguardará y protegerá (versos 4-5). Aprendamos a comportarnos aún mucho mejor en la desgracia, porque en primer lugar no le vamos a dar cabida a Satanás y en segundo, porque podemos demostrarle a los que están en contra nuestra, que Dios nos fortalece y a pesar de los sufrimientos, nos lleva por el camino recto. Si hacemos lo contrario, estamos echando encima más desolación y amargura y permitiremos la burla de los enemigos. “Pero de una cosa estoy segura: he de ver la bondad del Señor en esta tierra de los vivientes. Pon tu esperanza en el Señor; ten valor, cobra ánimo; ¡pon tu esperanza en el Señor!” versos 13-14. Sí, al final de la tormenta entenderemos y nos regocijaremos en quien ha dirigido nuestros pasos correctamente, el Señor quien jamás nos abandona y está siempre presto a extendernos sus brazos amorosos.
Un abrazo y bendiciones.
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