miércoles, 23 de septiembre de 2009

La nueva Jerusalén

¡Aquí, entre los seres humanos, está la morada de Dios! Él acampará en medio de ellos, ellos serán su pueblo

Apocalipsis 21:3.


Lectura diaria: Apocalipsis 21:1-27. Versículo del día: Apocalipsis 21:3.

ENSEÑANZA

¡La nueva Jerusalén! La tan esperada ciudad eterna, a la que anhelamos llegar un día. La misma que descenderá del cielo, directamente enviada por Dios a sus hijos. Dice este capítulo más adelante, que allí no habrá más tristeza ni lamento porque el mismo Señor se encargará de enjugarnos toda lágrima que brote de nuestros ojos y si alguno llegare a tener sed, Él le dará a beber de la fuente de agua viva. Se terminarán las pesadillas terrenales, no habrá muerte ni desolación. Todo será completamente nuevo; ni siquiera vamos a tener necesidad de la luz del sol ni de la luna, porque la gloria de Dios iluminará la ciudad. Mi mente no alcanza a imaginar la belleza de esta nueva Jerusalén, la preparada para nosotros, con calles de oro puro, y muralla decorada con toda clase de piedras preciosas. Ante tanta majestuosidad, diremos entonces: Valió la pena. Esta es la verdadera vida abundante que Jesús prometió darnos. Lo que más deseamos es compartir allí, con familiares, amigos y conocidos. ¡Esa es la nueva Jerusalén que está esperando por ti! Dios no quiere por ningún motivo que te pierdas de tan invaluable tesoro. Cuando envió a su Hijo Jesús a la tierra, lo hizo con el propósito de darte vida eterna; Él es el Cordero inmolado por el pecado de toda la humanidad; el Salvador del mundo; el Alfa y la Omega; el Principio y el Fin. Él, el gran Rey de reyes y Señor de señores, está tocando a la puerta de tu vida, para que le invites a pasar y empezar a morar contigo desde ahora. Es muy fácil, solamente dile: “Señor Jesucristo, te necesito, toma mi vida, perdona mis pecados y permíteme estar gozando contigo en la nueva Jerusalén preparada para mí. Gracias Señor, amén. ¿Cuándo llegará ese día? No lo sabemos. Unos creen que estamos ad-portas y otros que aún no es el tiempo. Sea lo uno o lo otro, lo importante es estar preparado para ese gran acontecimiento.

Un abrazo y bendiciones.

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