Ciertamente les aseguro que ustedes me buscan no porque han visto señales, sino porque comieron pan hasta llenarse. Trabajen, pero no por la comida que es perecedera, sino por la que permanece para vida eterna, la cual les dará el Hijo del hombre. Sobre este ha puesto Dios el Padre su sello de aprobación.
Juan 6:26-27. NVI.
Lectura: Juan
6:22-40. Versículos del día: Juan
6:26-27.
MEDITACIÓN DIARIA
La multitud que seguía a
Jesús lo buscó al otro lado del lago, en Capernaúm. Lo buscaban porque eran los
que Jesús alimentó multiplicando los panes y los peces.
Muy clara la lección para
tener en cuenta: no busquemos al Señor solamente por lo que nos proveerá,
busquémoslo porque es el Dios Altísimo; porque es nuestro Redentor y Salvador;
porque Jesús es el pan de vida: “—Yo soy el pan de vida —declaró Jesús—. El que
a mí viene nunca pasará hambre, y el que en mí cree nunca más volverá a tener
sed” (v. 35). Concluye diciendo el Señor lo siguiente: “Porque la voluntad de
mi Padre es que todo el que reconozca al Hijo y crea en él tenga vida eterna, y
yo lo resucitaré en el día final” (v. 40). Busquemos al Señor Jesús que es el
Pan que da vida y vida eterna.
Amado Señor Jesús:
muchas gracias porque Tú lo llenas todo en nuestro ser. Definitivamente sin Ti
no somos nada y Contigo estamos completos en todas las áreas de nuestra vida.
Gracias por ser ese Pan que a diario nos ofreces sin darnos cuenta que Eres Tú
mismo. Gracias porque al tenerte saciamos el hambre, calmamos la sed y tenemos
vida eterna a tu lado. Muchas, muchas gracias Señor Jesús. ¡Te adoramos!
Un abrazo y bendiciones.
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