Que nuestro Señor Jesucristo mismo y Dios nuestro Padre, que nos amó y por su gracia nos dio consuelo eterno y una buena esperanza, los anime y les fortalezca el corazón, para que tanto en palabra como en obra hagan todo lo que sea bueno.
2 Tesalonicenses : 2:16-17. NVI.
Lectura: 2 Tesalonicenses
2:13-17. Versículos del día: 2
Tesalonicenses 2:16-17.
MEDITACIÓN DIARIA
Palabras del apóstol
Pablo a sus discípulos de Tesalónica, que bien pueden ser para nosotros. Y es
que así es: nuestro Señor Jesucristo y nuestro Padre Dios por su infinito amor
y gracia nos dan consuelo eterno con la bendita esperanza de que seremos salvos
y es esto lo que nos anima y fortalece para actuar y hablar siempre lo bueno. ¡Ay,
bendito consuelo! Es el que nos ayuda a seguir adelante a pesar de las dificultades.
¡Gracias buen
Señor! Porque si no fuera por esa esperanza que es la que me reanima y fortalece
para continuar, no sé qué sería por lo menos de mi vida. No solamente nos
envuelve el mundo caótico que vivimos, con tanta maldad alrededor por el hombre
caído, sino que también los aprietos cotidianos del diario vivir, a veces me
abruman y me desoriento por completo. Pero gracias mi Señor porque palabras Tuyas
vuelven a levantarme y mi fe debilitada al contemplar tu fidelidad y gran amor,
se fortalece. ¿Qué sería de mí sin Ti mi Señor? Te doy tantas gracias por buscarme
y acrecentar mis lazos con los tuyos. ¡Solo Tú lo haces mi buen Dios! ¡Te amo!
Un abrazo y bendiciones.
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