Ama al Señor tu Dios con todo tu corazón y con toda tu alma y con todas tus fuerzas. Grábate en el corazón estas palabras que hoy te mando. Incúlcaselas continuamente a tus hijos. Háblales de ellas cuando estés en tu casa y cuando vayas por el camino, cuando te acuestes y cuando te levantes. Átalas a tus manos como un signo; llévalas en tu frente como una marca; escríbelas en los postes de tu casa y en los portones de tus ciudades.
Deuteronomio 6:5-9. NVI.
Lectura: Deuteronomio 6:5-12. Versículos del día: Deuteronomio 6:5-9.
MEDITACIÓN DIARIA
Celebrando el día del
Padre, esta es la mejor recomendación que le puedo dar a cada uno de ellos
comenzando por los míos. Y mi oración es porque el Señor Jesús se afiance en
sus vidas para que sea el buen testimonio dejado como legado a sus hijitos.
Señor Dios y Padre
Nuestro: gracias porque la primera celebración es para Ti. Tú, Papito Dios que
nos amas tanto y nos has tomado en adopción para hablarte muy quedo y decirte
que también te amamos. Buen Padre, oro porque todos los que siguen o leen este
devocional sean papitos leales Contigo y levanten a sus hijos en el temor Tuyo,
instruyéndolos desde su infancia en el camino correcto para que jamás se aparten
de Ti. Bendice a cada papito y concédele los deseos de su corazón; dales
sabiduría, responsabilidad, ternura, tolerancia y por sobre todo una dosis
enorme de tu amor, para que lo puedan transmitir igualmente a cada uno de sus
hijitos. ¡Gracias por ellos! ¡Muchas gracias Señor Dios y Padre Nuestro!
Un abrazo y bendiciones,
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