Señor: si nos das, que sea también para dar

 

Diles que usen su dinero para hacer el bien. Deberían ser ricos en buenas acciones, generosos con los que pasan necesidad y estar siempre dispuestos a compartir con otros. 

1 Timoteo 6:18. NTV.

Lectura: 1 Timoteo 6:17-21.  Versículo del día: 1 Timoteo 6:18.

MEDITACIÓN DIARIA

Se dice en el común de la gente que: ‘el dinero es un mal necesario’. Así es; personalmente creo que es tal como se use, y bien nos enseña aquí el Señor a través de la Carta de Pablo a Timoteo que se debe usar para hacer el bien. Si se ha recibido el favor del Señor con riqueza, que sea para compartir con otros y ser generosos con los necesitados. Recordemos que no nos vamos a salvar por hacer buenas obras; nos salvamos por la fe en Jesucristo, pero la fe sin obras es muerta (Santiago 2:14-17). Mi lema es: ‘si soy bendecida es para bendecir’.

Señor Jesús: gracias porque tu Palabra toda es verdad. Verdad para leer, para aprender, para meditar, para practicar. Y dentro de esa práctica está el ayudar al necesitado; ser generosos con los que carecen de lo indispensable para vivir. Enséñanos a ser misericordiosos y compartir de lo que Tú nos has dado con el menesteroso. Señor, si Tú nos das, que jamás olvidemos al prójimo. Gracias, muchas gracias bendito Señor.

Un abrazo y bendiciones.   

En manos del Gran Alfarero

 A pesar de todo, Señor, tú eres nuestro Padre; nosotros somos el barro, y tú el alfarero. Todos somos obra de tu mano. 

Isaías 64:8. NVI.

Lectura: Isaías 64-7-12.  Versículo del día: Isaías 64:8.

MEDITACIÓN DIARIA

Esta analogía del barro y el alfarero nos permite entender muy bien que por sí solos no podemos moldearnos; necesitamos de las manos cuidadosas y soberanas del Maestro Alfarero para que nuestras vidas sean fundidas, transformadas y santificadas. Así como el alfarero va echando agua en su mano al barro que va trabajando, con el fin de hacerlo más flexible y suave, de igual manera nosotros, a través del Señor Jesús quien es el agua de vida, vamos necesitando de Él, en ese molde que va puliendo el Alfarero. Por eso no hay que desesperarnos; al igual que el alfarero una y otra vez trabaja el barro hasta lograr su obra a entera satisfacción, nuestro Maestro Alfarero va puliendo su molde (nuestra vida), hasta que también su obra quede terminada de acuerdo a su santa voluntad.

Amado Señor y Dios: gracias por hacernos entender que deseas ver en cada uno de nosotros la mejor obra de tus manos: una obra limpia, pura, lavada con agua mediante tu Palabra para presentarnos ante Ti radiantes, sin mancha ni arruga, sino santos e intachables. Gracias porque el moldearnos a tu voluntad duele, pero aprendemos que deseas la obra por excelencia. Enséñanos a aceptar los cambios que vas haciendo en esta hechura. ¡Te amamos Gran Maestro y Alfarero nuestro! Gracias porque si Tú empezaste la obra, la vas completando hasta el final.

Un abrazo y bendiciones.

Pertenezco al rebaño del Señor

 Mis ovejas oyen mi voz; yo las conozco y ellas me siguen. Yo les doy vida eterna, y nunca perecerán, ni nadie podrá arrebatármelas de la mano. Mi Padre, que me las ha dado, es más grande que todos; y de la mano del Padre nadie las puede arrebatar.. 

Juan 10:27-29. NVI.

Lectura: Juan 10:22-38.  Versículos del día: Juan 10:27-29.

ORACIÓN

Gracias bendito Señor por una vez más afianzarme Contigo. Gracias porque me buscaste, me pusiste un nombre y me apartaste para tu rebaño. Gracias porque bien me dices que me tienes resguardada en tu mano. Como elegida, me permites escuchar tu voz para seguirte. Gracias porque tu Evangelio es Palabra de Dios y necesito empaparme de ella para seguirte donde quiera que me lleves. Gracias Papito Dios por tu Palabra que es verdad y ella me afirma que nadie puede tomarme para sí, porque soy propiedad Tuya. Gracias porque es tu Santo Espíritu quien me instruye y me da la certeza de que te pertenezco. Estoy muy orgullosa de pertenecer a tu rebaño. ¡Te alabo bendito Dios y Señor mío!

Un abrazo y bendiciones..

Los niños le pertenecen a Dios

 Pero Jesús les dijo: ‘Dejen que los niños vengan a mí. ¡No los detengan! Pues el reino del cielo pertenece a los que son como estos niños’. Entonces les puso las manos sobre la cabeza y los bendijo antes de irse. 

Mateo 19:14-15. NTV.

Lectura: Mateo 19:13-15.  Versículos del día: Mateo 19:14-15.

MEDITACIÓN DIARIA

¡Los niños! Es muy tranquilizador saber que los niños le pertenecen a Dios. El cielo va a estar lleno de niños; niños que han muerto de diferentes maneras: niños violados, niños secuestrados, niños accidentados, niños con leucemia o cáncer, niños abandonados, etc., todos van a estar allá. Y algo que a mí personalmente me ha calmado, es que, pensando en el arrebatamiento del Señor por su Iglesia, me preguntaba por los niños. Y claro, el Señor no los va a dejar aquí en medio del caos. Todos los niños se van también con Él. Son tan importantes, que los que se meten con los niños para hacerles daño se están metiendo directamente con Dios.

Veamos la importancia de los niños para Dios: desde el mismo momento de la concepción Dios está pendiente de ellos (Salmo 139:13-16); Son herencia del Señor (Salmo 127:3); son ejemplo de humildad (Mateo 18:1-4); Hay que enseñarles a amar a Dios (Deuteromio 6:7); el que recibe a uno de esos pequeños recibe a Jesús (Marcos 9:37). Y como lo vemos en la lectura de hoy: el Señor valora a los niños. Y ¡ay del que haga tropezar a uno de esos pequeños! (Mateo 18:6).

Señor Jesús: gracias por enseñarnos a cuidar, amar, respetar y enseñar a nuestros niños como es el deseo Tuyo. Te los entregamos; no solo los nuestros o los de nuestras familias sino todos los niños del mundo, ahora que están tan vulnerables. No permitas que Satán siga abusando de ellos al punto que ni siquiera los dejen nacer. Señor: perdona tanta maldad hacia los niños y a nosotros danos el valor de abogar por ellos y de ser radicales en su crianza con los valores que Tú nos has dado. Que aprendan a amarte por encima de todas las cosas. Que este sea el primer y mejor legado dejado de nuestra parte para los niños. Gracias, porque también aprendemos mucho de los niños y gracias por cuidar Tú de ellos. ¡Bendito Eres Señor!

Un abrazo y bendiciones.

¿Hasta dónde llega tu fe?

—Señor —respondió Pedro—, estoy dispuesto a ir contigo tanto a la cárcel como a la muerte. 

Lucas 22:33. NVI.

Lectura: Lucas 22:31-38.  Versículo del día: Lucas 11:33.

MEDITACIÓN DIARIA

En la lectura vemos que Pedro muy eufóricamente le dice al Señor que está dispuesto incluso, a ir hasta la muerte con Él, pero el Señor que conoce muy bien los corazones, le refuta diciendo: “—Pedro, te digo que hoy mismo, antes de que cante el gallo, tres veces negarás que me conoces” (v. 34).

Definitivamente no podemos vivir por emociones o dejarnos llevar en determinado momento y hablar con ese ímpetu porque nos pasaría exactamente lo de Pedro. ¡Hum! ¿cuál sería tu reacción? Creo que es hora de ir preguntándonos y mirando objetivamente hasta dónde nos alcanza la fe, para resistir al enemigo porque se avecinan tiempos muy difíciles. ¿Te dejarías llevar como el apóstol Pedro? Tenemos que estar preparados.

Señor Jesús: también te pedimos que ruegues por nosotros tal como lo hiciste con Pedro, para que nuestra fe no vaya a fallar. Afianza nuestra confianza en Ti y que podamos resistir al enemigo en momentos cruciales. Bien sabemos que tu Palabra es la que nos ayudará; enséñanos a depender completamente de Ti. Muchas gracias buen Señor y Dios nuestro. ¡Te amamos!

Un abrazo y bendiciones.

Señor: enséñame a pedir, a buscar y a llamar

Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá. Porque todo el que pide, recibe; el que busca, encuentra; y al que llama, se le abre. 

Mateo 7:7-8. NVI.

Lectura: Mateo 7:1-12. Versículos del día: Mateo 7:7-8.

MEDITACIÓN DIARIA

Ese “Pidan, y se les dará; busquen, y encontrarán; llamen, y se les abrirá”, es para mí. Yo le dije al Señor, dame algo de tu Palabra que me haga entender la importancia de recibir y esto fue lo que el Señor me mostró. Entonces, resolví hacer mi devocional sobre este tema porque para mí es muy fácil dar, pero no recibir. Muchos creen que es orgullo de mi parte, pero no. Creo que fue mi crianza la que me marcó tan fuertemente en este sentido. En mi hogar materno estaba muy mal visto pedir un favor o ayuda. Tal vez mi madre sí lo hacía por orgullo, pero en mi caso, muchas veces lo hago hasta inconscientemente.  ¡Y esto sí, que molesta a mis hijos! Pues ni con ellos soy capaz de usar en sus casas algo sin decir, o tomar alguna cosa si no pido permiso primero. Estoy convencida que no lo hago por mortificarlos. Mi oración es porque el Señor me enseñe a ser más relajada, más tranquila. Que yo pueda recibir, así como me encanta dar; que de una vez por todas entienda que no puedo robarle la bendición al que me está ofreciendo algo de lo suyo.

Amado Dios y Señor mío: te doy gracias por los cambios que Tú has hecho en mi vida y porque por tu bendita gracia ahora soy completamente Tuya. Mi Señor, incluso no sé si todavía tengo rezagos de orgullo, de altivez o de engreimiento que no hayan sido completamente expulsados y ahora me estén robando la paz. Te ruego mi Señor, ante todo, me perdones y también me limpies con tu preciosa sangre de todos ellos. Mi deseo es cambiar, gozar y no lastimar a nadie, menos a mis hijitos, familiares o amistades especiales. Borra de mi mente las palabras que me hayan causado esta tendencia y hazme vivir la vida con la entera libertad que Tú sabes dar. Enséñame a pedir, a buscar y a llamar tal como lo hago Contigo, sin que por esto me sienta mal. Muchas gracias Señor Jesús. ¡Te amo mi Señor y te necesito!

Un abrazo y bendiciones.

¡Señor mi Dios, Eres Grandioso!

¡Que la gloria del Señor continúe para siempre! ¡El Señor se deleita en todo lo que ha creado!

Salmo 104:31. NTV.

Lectura: Salmo 104-1-35.  Versículo del día: Salmo 104:31.

MI ORACIÓN BASADA EN EL SALMO 104

Amado Dios: toda la creación te alaba y da honor a Ti. Gracias mi Señor por el aliento de vida que me has dado; soy una creación más Tuya. Gracias porque me permites ver la hermosa naturaleza que has creado; admirar el despliegue de tus cielos con el radiante sol de día y la majestuosa luna pavoneándose de noche. Porque despliegas la cortina de estrellas en el firmamento y colocas las vigas de tu hogar en las nubes de lluvia. Gracias porque cabalgas sobre las alas del viento y me permites regocijarme en él; es suave y apacible tal como lo Eres Tú. Gracias por el agua, las montañas, los valles y los mares. Gracias por los animales que creaste, por las aves que se levantan a cantarte entre las ramas de los árboles. Gracias por el fruto de la tierra que pusiste a disposición del hombre para su alimento. Oh Señor, ¡cuánta variedad de cosas has creado! Las hiciste todas con tu sabiduría. Todas dependen de Ti. Cantaré al Señor mientras viva. ¡Alabaré a mi Dios hasta mi último suspiro!

Un abrazo y bendiciones.