Enseñando el camino a los que vienen detrás

Timoteo, mi querido hijo, sé fuerte por medio de la gracia que Dios te da en Cristo Jesús. Me has oído enseñar verdades, que han sido confirmadas por muchos testigos confiables. Ahora enseña estas verdades a otras personas dignas de confianza que estén capacitadas para transmitirlas a otros. 

2 Timoteo 2:1-2. NTV.

Lectura: 2 Timoteo 2:1-7.  Versículos del día: 2 Timoteo 2:1-2.

MEDITACIÓN DIARIA

La recomendación del apóstol Pablo a su hijo espiritual Timoteo es también para todos nosotros; al final de cuentas, si hacemos bien los cálculos venimos a ser discípulos de Pablo igualmente, así sea dos mil y pico de años atrás. ¿Qué recomienda Pablo? Ser fuerte en la gracia que recibimos a través del Señor Jesucristo; seguir su ejemplo de enseñar a otros cristianos en los que se pueda confiar y que ellos a su vez, sean capaces de enseñar a otros. O sea, transmitir el mensaje de las Buenas Nuevas de Salvación, de manera que sea un efecto multiplicador. De ahí que es muy importante crear las células, en donde se reúne un grupo de personas, que, por su parte, cada uno de sus integrantes va a compartir a otros el mismo mensaje. Oremos para que nosotros que ya conocemos el regalo de la gracia, lo comuniquemos como es debido, enseñando a otros a seguir el mismo ejemplo.

Amado Señor Jesús: gracias por seguir tu Santo Espíritu motivándonos a no quedarnos callados sino a compartir lo que Tú nos has permitido aprender a través de tu discípulo Pablo, para que seamos fieles seguidores Tuyos y emprendamos de igual manera, el llevar el Evangelio de las Buenas Nuevas a tanto perdido y atribulado que encontramos en nuestro andar diario. Permite buen Señor que seamos idóneos en compartirles y que no nos detengamos; que hablemos a diestra y siniestra; a tiempo y a destiempo, con denuedo y firmeza el regalo de la gracia, sabiendo en quién hemos creído, porque Eres la fuente inagotable del perdón, del amor y de la verdadera restauración. Señor que todas estas verdades las sepamos transmitir a los que vienen detrás nuestro, para que ellos de igual manera sigan el mismo ejemplo. ¡Gracias, buen Señor Jesús!

Un abrazo y bendiciones.