He visto a gente malvada y despiadada florecer como árboles en tierra fértil. Pero cuando volví a mirar, ¡habían desaparecido! ¡Aunque los busqué, no pude encontrarlos!
Salmo 37:35-36. NTV.
Lectura:
Salmo 37:27-40. Versículos del día:
Salmo 37:35-36.
MEDITACIÓN
DIARIA
Muchas
veces no entendemos cómo a personas malvadas, les va tan bien. Nos asombramos
por ello y tal vez nos cuestionamos ante el Señor. Lo que no alcanzamos a
captar es que, por un lado, la misericordia de Dios es para todos: sean malos o
buenos. No sabemos si ellos incluso en el último momento de su vida, escucharon
el mensaje de salvación, aceptaron al Señor y se arrepintieron. O tampoco
podemos saber, si sufrieron algún revés fuerte en sus vidas y hasta ahí
llegaron. De todas maneras, siempre he escrito en mis devocionales, que el
Señor no se queda con nada guardado sea bueno o malo. Sin embargo, Él es Soberano
y nadie tiene derecho a cuestionarlo.
Amado
Señor: gracias porque tu Palabra dice que Tú haces salir el sol sobre buenos y
malos y haces llover sobre justos e injustos. Así que bendito Señor, no
permitas que nos asombremos y critiquemos a los que creemos que son malos, porque,
primero no nos corresponde y segundo porque es mejor mirar primero la paja en
nuestro propio ojo. Perdona Señor, las veces que hemos caído en este pecado y
enséñanos a obrar y mirar a los demás con la misma compasión, que Tú lo haces.
Gracias, muchas gracias, bendito Señor y Dios nuestro.
Un abrazo y bendiciones.
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