Tu esposa será como una vid fructífera, floreciente en el hogar. Tus hijos serán como vigorosos retoños de olivo alrededor de tu mesa. Esa es la bendición del Señor para los que le temen.
Salmo 128:3-4. NTV.
Lectura:
Salmo 128:1-6. Versículos del día: Salmo
128:3-4.
MEDITACIÓN
DIARIA
Con
motivo del nacimiento del último de mis Muñequitos, en el día de ayer, le estoy
dando gracias al Señor por su vida y por los hogares de mis tres hijitos. Este
Salmo se lo dedico a mis hijitos y de igual manera a mi hijita, porque ella
también es una vid fructífera, floreciente en su hogar. Alabo al Señor y le doy
infinitas gracias porque la llegada del bebé resalta una nueva piedra preciosa en
la corona que ya tengo: “Los nietos son la corona de gloria de los ancianos”
(Proverbios 17:6a NTV).
Amado
Señor: hoy te doy gracias por los hogares de mis tres hijitos; gracias porque
Tú Eres el Rey y Hacedor en cada uno de esos recintos; gracias por tanto amor
ofrecido. Gracias por la vida del pequeño bebito que nos regalaste, para venir
no solamente a traer alegría a los papitos y hermanito, sino también a nosotros
como abuelos. Bendito Jesús, tómalo en tus brazos, dirígelo por tus sendas y no
permitas que jamás se separe de Ti. ¡Gracias, muchas gracias bendito Jesús!
Un abrazo y bendiciones.
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