En otro tiempo nosotros también éramos necios y desobedientes. Fuimos engañados y nos convertimos en esclavos de toda clase de pasiones y placeres. Nuestra vida estaba llena de maldad y envidia, y nos odiábamos unos a otros.
Tito 3:3. NTV.
Lectura:
Tito 3:1-11. Versículo del día: Tito
3:3.
MEDITACIÓN
DIARIA
El apóstol Pablo continúa dándole instrucciones a Tito sobre su ministerio y le recuerda que nosotros éramos también necios y desobedientes. Engañados y esclavos del pecado. A pesar de ser como éramos, el amor de Dios se manifestó de manera asombrosa; miremos más claramente como lo dice la Palabra de Dios: “Sin embargo, Cuando Dios nuestro Salvador dio a conocer su bondad y amor, él nos salvó, no por las acciones justas que nosotros habíamos hecho, sino por su misericordia. Nos lavó, quitando nuestros pecados, y nos dio un nuevo nacimiento y vida nueva por medio del Espíritu Santo. Él derramó su Espíritu sobre nosotros en abundancia por medio de Jesucristo nuestro Salvador. Por su gracia él nos hizo justos a sus ojos y nos dio la seguridad de que vamos a heredar la vida eterna” (vv. 4-7). Miremos bien: sin merecerlo, ahora somos declarados justos y esto nos da la seguridad de salvación; ya somos herederos de la vida eterna, ¡Gloria al Señor! Para reforzarlo, nos dice también aquí la lectura, que esta declaración es digna de confianza y por consiguiente es lo que debemos insistir en enseñar, para que todos se dediquen a hacer lo bueno (v. 8).
Amado
Señor Jesús: gracias por querer perfeccionarnos cada día y entender que, por tu
bendita gracia derramada en nosotros, tenemos una nueva vida en Ti. Una gracia
que nos lleva a encontrarle significado verdadero a nuestra vida y a saber con certeza
que somos declarados justos. Gracias Señor porque el pasado ya no tiene valor
para Ti. Ahora tenemos el regalo de la
salvación, para ir a estar por siempre a tu lado, cuando nos llames a tu
Presencia. ¡Maravilloso regalo nos has concedido! ¡Te amamos Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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