Dios es nuestro refugio y nuestra fuerza; siempre está dispuesto a ayudar en tiempos de dificultad. Por lo tanto, no temeremos cuando vengan terremotos y las montañas se derrumben en el mar. ¡Que rujan los océanos y hagan espuma! ¡Que tiemblen las montañas mientras suben las aguas!
Salmo 46:1-3. NT V.
Lectura:
Salmo 46:1-9. Versículos del día: Salmo
46:1-3.
MEDITACIÓN
DIARIA
Mi
oración es que, siendo sincera, cuando lleguen tiempos de gran tribulación, sea
capaz de sostenerme estando segura de que el Señor es mi refugio y mi fuerza. Porque
es muy cierto: el papel aguanta todo, pero el corazón es engañoso y hoy al leer
este versículo podemos decir, sí, sí; pero si en realidad nos toca vivir calamidad,
angustia, tormento y pagar con nuestra propia vida ¿seguiremos firmes en
nuestra fe confiando en lo que el Señor hará por nosotros? “El Señor de los
Ejércitos Celestiales está entre nosotros; el Dios de Israel es nuestra
fortaleza” (v. 7 en la lectura).
Amado
Señor: mi oración es que nos enseñes a ser fuertes y a no dar marcha atrás, por
fuertes que sean los vientos y las mareas; no temeremos porque ahí estás Tú.
Señor, aumenta nuestra fe; aumenta nuestra fortaleza. Gracias porque Tú Eres
nuestro refugio seguro y tu poder se demuestra ante la adversidad; Gracias,
bendito Señor por tu fidelidad. ¡Te amamos bendito Señor!
Un abrazo y bendiciones.
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