Y esto, conociendo el tiempo, que es ya hora de levantarnos del sueño; porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada, y se acerca el día. Desechemos, pues, las obras de las tinieblas, y vistámonos las armas de la luz.
Romanos 13:11-12. RVR1960.
Lectura:
Romanos 13:11-14. Versículos del día:
Romanos 13:11-12.
MEDITACIÓN
DIARIA
Ayer,
en mi reunión de damas de la Iglesia a la que asisto en mi país, Colombia,
nuestra Pastora y Líder, nos hablaba sobre el discernimiento que debemos tener
en estos tiempos, máxime cuando se acerca el día en que se le hace homenaje al
diablo y en donde se ha cambiado la fiesta de los niños, para dejarle como
quien dice todo honor a la fiesta pagana del Halloween. Es muy cierto; creemos
que un simple disfraz es inofensivo, pero no lo es. Desde que sigamos creyendo
que Satanás no puede entrar si es una fiesta para los niños, nos estamos
engañando. Qué mejor para él, que de todas maneras le honremos ¡Ya es la hora
de levantarnos del sueño! Recordemos que los niños son los más vulnerables a
los ataques del enemigo y no podemos ponerle a los niños en bandeja a este malhechor,
que solo viene para robar, matar y destruir (Juan 10:10a). “Andemos como de día, honestamente;
no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y
envidia, sino vestíos del Señor Jesucristo, y no proveáis para los deseos de la
carne” (vv. 13-14 en la lectura). Entonces, empecemos a caminar como hijos de
la luz, porque ya tenemos la luz de Jesús que debe brillar en medio de la
oscuridad.
Amado
Señor Jesús: gracias porque tu Palabra es verdad. Gracias porque es tu Santo
Espíritu quien nos permite discernir claramente entre el bien y el mal. Haz que
despertemos y nos levantemos del sueño que nos tiene anonadados. Te pedimos
perdón, por dejarnos llevar por el mundo y con razón o sin razón le hemos estamos
dando cabida a Satanás, creyendo que la fiesta de Halloween es para los niños. Gracias
porque Eres Tú quien quitas la venda de nuestros ojos. Hoy te entregamos a todos
los niños, no solamente los de nuestra familia o de amigos y conocidos, sino
los de todo el mundo. Buen Jesús, los niños te pertenecen, son Tuyos, te
pedimos los guardes y cubras con tu preciosa sangre. Gracias, gracias, buen
Señor Jesús por perdonarnos. Te damos toda la gloria a Ti quien Eres el que la
mereces. ¡Aleluya Señor! ¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario