Pedro le respondió: —¡Que tu dinero se destruya junto contigo por pensar que es posible comprar el don de Dios!
Hechos 8:20. NTV.
Lectura:
Hechos 8:4-25. Versículo del día: Hechos
8:20.
MEDITACIÓN
DIARIA
Dura
esta Palabra que viene de parte del Señor en boca de Pedro. “Cuando Simón vio que el Espíritu se recibía cuando los
apóstoles imponían sus manos sobre la gente, les ofreció dinero para comprar
ese poder. —Déjenme tener este poder también—exclamó—, para que, cuando yo
imponga mis manos sobre las personas, ¡reciban el Espíritu Santo!” (Hechos
8:18-19 en la lectura). Simón, era hechicero y creyó que el imponer las manos
para que recibieran el Espíritu Santo era por arte de magia y pensó sacar gran
provecho de lo que es un don de Dios. Ante esta Palabra, que es Palabra de
Dios, viene a mi mente, tanta iglesia que hay en la actualidad que se parece a la
lectura de hoy. Está bien que se predique el Evangelio, pero que se
comercialice con él, terrible cosa es. El Señor Jesús permita que todos estos
comerciantes caigan y sean desnudados ante el público para que no se difame más
el Nombre del Señor.
Bendito Señor Jesús: gracias porque cada día nos muestras
la verdad, sobre lo que es tu mensaje de las Buenas Nuevas de Salvación.
Mensaje que no tiene costo monetario alguno, sino solamente la sinceridad de
corazón de la persona que lo escucha. Gracias Señor por todos los que ven este
Devocional y desean en su corazón compartir con otros, lo que ellos ya
conocieron y les ha traído bienestar aquí en la tierra y una Patria Celestial
cuando Tú los llames. ¡Te amamos buen Señor! ¡Aleluya!
Un abrazo y bendiciones.
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