martes, 30 de septiembre de 2025

¡Tanto amor por mí sin merecerlo!

 

Miren, mi siervo prosperará; será muy exaltado. Pero muchos quedaron asombrados cuando le vieron. Tenía el rostro tan desfigurado que apenas parecía un ser humano, y por su aspecto, no se veía como un hombre. 

Isaías 52:13-14. NTV.


Lectura: Isaías 52:13-53:3. Versículos del día: Isaías 52:13-14.


MEDITACIÓN DIARIA


Indudablemente el profeta Isaías, se estaba refiriendo al Señor Jesús. Profetizó su agonía y muerte, cerca del 742 a.C. Más adelante en el Nuevo Testamento se dice de Él: “y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.  Por lo cual Dios también le exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre” (Filipenses 2:8-11 RVR1960). El pasaje anterior nos confirma lo profetizado por Isaías. Nuestro buen Señor es exaltado por siempre y en su Nombre toda rodilla se doblará y toda lengua confesará que Jesús es el Señor. ¡Gloria por siempre a nuestro Rey y Señor!


Mi amado Señor Jesús: ¿cómo no amarte y exaltarte si solamente Tú fuiste inmolado por mí? Sobre Ti cayó todo el peso de mi pecado. La hermosura de tu rostro quedó sin semblante alguno. Quedaste tan destrozado que nadie te miraba; fuiste rechazado y despreciado. Creo mi Señor, que nos acostumbramos a verte ya en majestad y gloria y poco recordamos todo lo que sufriste y padeciste por este mundo pecador. No me excluyo mi Señor; ahí también estaba yo, igual de pecadora a toda la humanidad. Pero tu amor, tu infinito amor y misericordia, un día se manifestó en mi vida y llegaste Tú atrayéndome con tus lazos de amor y ternura. Esta vasija mi Señor es Tuya; te pertenece. Sé que todavía no has terminado de moldearla y aunque duela mi Señor: ¡aquí estoy para Ti!


Un abrazo y bendiciones.

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