Yo, Pablo, esclavo de Dios y apóstol de Jesucristo, escribo esta carta. Fui enviado para proclamar fe a los que Dios ha elegido y para enseñarles a conocer la verdad que les muestra cómo vivir una vida dedicada a Dios. Esta verdad les da la confianza de que tienen la vida eterna, la cual Dios—quien no miente—les prometió antes de que comenzara el mundo.
Tito 1:1-2. NTV.
Lectura:
Tito 1:1-4. Versículos del día: Tito 1:1-2.
MEDITACIÓN
DIARIA
En
el momento preciso, que Dios consideró, le dio a conocer este mensaje a Pablo y
lo facultó para que lo anunciara a los demás (v. 3 en la lectura). Ahora todos
los que conocemos al Señor y le hemos recibido en el corazón, también somos
enviados para proclamar la fe y enseñar a otros esa verdad que es el Señor Jesucristo
(Juan 14:6), que da la vida eterna, a los que Dios ha elegido. Se nos ha
confiado esta tarea por mandato de Dios, nuestro Salvador, al igual que a Pablo.
No dudemos en obedecer el mandato.
Amado
Señor Jesucristo: gracias por pronunciar mi nombre y facultarme también, para
llevar el mensaje de salvación a través de la tecnología, donde muchos pueden
conocerte y alcanzar el regalo de la vida eterna Contigo. Gracias, buen Jesús
que Eres el Camino, la Verdad y la Vida formando un puente que nos permite
conectarnos con el Bendito Padre Celestial. Oro por todos los que mediante este
Devocional lleguen a tus pies. ¡Toda la gloria es para Ti! ¡Aleluya!
Un abrazo y bendiciones.
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