La primera vez que fui llevado ante el juez, nadie me acompañó. Todos me abandonaron; que no se lo tomen en cuenta.
2 Timoteo 4:16, NTV.
Lectura:
2 Timoteo 4:9-18. Versículo del día: 2
Timoteo 4:16.
MEDITACIÓN
DIARIA
Pablo le pide a Timoteo que vaya pronto a verlo; sufrió la indiferencia de los suyos, cuando fue llevado ante el Juez; todos lo abandonaron, dijo. Sin embargo, pide no se lo tomen en cuenta. Debió ser muy triste para él, sentir la ausencia de tantos a quienes había compartido el Mensaje de Salvación y ni siquiera lo acompañaron para darle ánimo, orar con él o darle un abrazo de solidaridad. Esto, tal vez, nos enseña a conocer a las personas que dice estar con nosotros, pero mientras todo sale color de rosa. Definitivamente el corazón del hombre es engañoso y debemos de estar preparados, para cuando se presenten situaciones de ese estilo. Nos quedará tener la misma actitud de Pablo, confiando plenamente en el Señor: “Pero el Señor estuvo a mi lado y me dio fuerzas, a fin de que yo pudiera predicar la Buena Noticia en toda su plenitud, para que todos los gentiles la oyeran. Y él me libró de una muerte segura”.
Amado
Señor Jesús: gracias por todo lo que nos enseñas a través de Pablo. Gracias, mi
Señor, porque mientras vivamos en este mundo caído, nos vamos a encontrar con
muchos que dicen ser y no son; con otros que querrán hacer daño para que Tu
Nombre quede deshonrado y los inconversos no lleguen a tus pies. Ante todo,
buen Señor, te pedimos que no nos dejes claudicar; al contrario que la
oposición nos sirva de aliciente para predicar con más denuedo tu bendita
Palabra. Gracias, muchas gracias, bendito Señor y Dios nuestro. ¡Te amamos y
damos toda la gloria a Ti!
Un abrazo y bendiciones.
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