Entonces Jesús se incorporó de nuevo y le dijo a la mujer: —¿Dónde están los que te acusaban? ¿Ni uno de ellos te condenó? —Ni uno, Señor—dijo ella. —Yo tampoco —le dijo Jesús—. Vete y no peques más.
Juan 8:10-11. NTV.
Lectura: Juan 8:1-11. Versículos del día: Juan 8:10-11.
MEDITACIÓN DIARIA
Así los manuscritos griegos
más antiguos no incluyan el pasaje sobre la mujer adúltera, a mí me parece
importante esta enseñanza del Señor Jesús, porque definitivamente, siempre somos
rápidos para juzgar sin antes detenernos a pensar si somos iguales o peores del
que estamos juzgando o condenando. ‘Saca primero la paja de tu propio ojo, y
después verás lo suficiente bien para ocuparte de la astilla que está en el ojo
del otro’ (Mateo 7:5).
Amado Señor Jesús:
todas tus enseñanzas son verdad y no hay duda alguna en cuanto a lo que Tú nos
dices. Permite buen Señor que no seamos dados a juzgar y condenar a una persona
sin tener en cuenta nuestro comportamiento primero. De todas maneras, no nos
corresponde hacerlo, porque Eres Tú quien revisas corazones y confrontas al caído.
Enséñanos a ser misericordiosos, tal como Tú lo haces con cada uno de nosotros.
Gracias, bendito Jesús.
Un abrazo y bendiciones.
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