Entonces vi tronos donde se sentaron los que recibieron autoridad para juzgar. Vi también las almas de los que habían sido decapitados por causa del testimonio de Jesús y por la palabra de Dios. No habían adorado a la bestia ni a su imagen; tampoco se habían dejado poner su marca en la frente ni en la mano. Volvieron a vivir y reinaron con Cristo mil años.
Apocalipsis 20:4. NVI.
Lectura: Apocalipsis
20:1-6. Versículo del día: Apocalipsis
20:4.
MEDITACIÓN DIARIA
No me gusta hablar sobre la
tribulación y lo que pasará en los últimos tiempos, pero el Señor me ha
mostrado que tengo que hacerlo porque tal vez, algunos escuchen el mensaje de
salvación y se salven. Los que no, serán los marcados en la frente o en la mano
y a ellos les espera el castigo de Dios.
No queriendo que tú pases
por esto, te insto para que conozcas a Jesús como el Señor y Salvador que es;
al Rey de reyes y Señor de señores (Apocalipsis 19:16). Mira, es muy fácil
hacerlo; solamente habla con Él tal como lo haces con el mejor de tus amigos.
Quizá no sabes cómo decirle; te puedo guiar con una corta oración. Dios no está
interesado en la belleza de las palabras sino en la sinceridad de ellas. Dile
así:
Señor Jesús:
entiendo que me amas y deseas mi salvación; sé que moriste en la cruz por mis
pecados, te doy gracias por ello. Hoy decido abrirte la puerta de mi vida para
que seas mi Señor y Salvador; toma el control del trono de mi vida y hazme la
persona que deseas que yo sea. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme la
vida eterna Contigo. Amén.
Un abrazo y bendiciones.
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