Porque yo restauraré tu salud y sanaré tus heridas, afirma el Señor, porque te han llamado la desechada, la pobre Sión, la que a nadie le importa.
Jeremías 30:17. NVI.
Lectura: Jeremías 30:12-24. Versículo del día: Jeremías 30:17.
MEDITACIÓN DIARIA
Aunque el versículo se refiere
a Jerusalén, tomémoslo como para nosotros y en vez de ‘Sión’ escribamos nuestro
nombre. El amor del Señor nunca termina: “Ustedes serán mi pueblo y yo seré su
Dios” (v. 22).
Sí mi buen Señor:
gracias por tanto amor que nos ofreces; Tú mejor que nadie sabes cómo nos
encontramos y qué deseamos. Por favor sé Tú tomando las riendas de nuestra vida
y mostrándonos el camino a seguir. Llévanos, mi Señor de tu mano para no
desviarnos y permite que al lugar que lleguemos sea para honrarte y darte la
gloria a Ti. Te doy gracias también por la vida de Olivita mi consuegra.
Gracias porque Tú te encargarás de levantarla. En el Precioso Nombre de Jesús,
amén.
Un abrazo y bendiciones.
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