Ahora, Señor, toma en cuenta sus amenazas y concede a tus siervos el proclamar tu palabra sin temor alguno. Por eso, extiende tu mano para sanar y hacer señales y prodigios mediante el nombre de tu santo siervo Jesús.
Hechos 4:29-30. NVI.
Lectura: Hechos
4:23-31. Versículos del día: Hechos
4:29-30.
MEDITACIÓN DIARIA
Pedro y Juan habían sido
llamados a comparecer ante el Consejo cuando sanaron en el Nombre de Jesús, al
hombre cojo de nacimiento. Como este milagro conmovió a todos los presentes,
los líderes religiosos resolvieron dejarlos libres, después de nuevas amenazas.
Cuando volvieron y se reunieron con el resto de los creyentes, oraron porque el
Señor les diera valentía para predicar la palabra y extendiera su mano con
poder para sanar y hacer señales y prodigios en el nombre de Jesús.
Creo que es una buena
lección para nosotros los creyentes de este tiempo, puesto que el mundo está
convulsionado con guerras, con inmoralidad sexual, corrupción y alejados de
Dios completamente. Se necesita que nos levantemos también con valentía y
empecemos con denuedo a predicar el mensaje de salvación para toda la
humanidad.
Amado Señor: te
damos gracias por tu Palabra porque en ella encontramos ejemplos de fe que nos
ayudan a sobrellevar la carga de este mundo en caos. Creemos firmemente que
sólo Tú buen Señor Jesús, Eres el Dador de salvación, de sanidad y de
transformar al hombre pecador, restaurarlo y llevarlo por el camino que conduce
a Dios Padre. Gracias porque en este tiempo te manifiestas de igual manera que
en tu Iglesia primitiva y hay mucha necesidad de Ti. Te adoramos y te damos
toda la honra y gloria. ¡Aleluya!
Un abrazo y bendiciones.
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