Jesucristo es el mismo ayer, hoy y siempre. Así que no se dejen cautivar por ideas nuevas y extrañas. Su fortaleza espiritual proviene de la gracia de Dios y no depende de reglas sobre los alimentos, que de nada sirven a quienes las siguen.
Hebreos 13:8-9. NTV.
Lectura: Hebreos 13:8-14. Versículos del día: Hebreos 13:8-9.
MEDITACIÓN DIARIA
El Señor Jesús es el
mismo que padeció y murió por la humanidad. Ahora existen muchas teorías que
desplazan el ministerio del Señor aquí en la tierra. Debemos ser conscientes de
que Jesús nació por obra y gracia del Espíritu Santo y que vino para liberar al
hombre pecador (que lo somos todos), perdonar sus pecados y darle una vida con
propósito aquí en la tierra y más tarde una patria celestial. Dice más adelante
la lectura: “Entonces salgamos al encuentro de Jesús, fuera del campamento, y
llevemos la deshonra que él llevó” (v. 13).
Te invito a que salgas al
encuentro de Jesús. Él desea que hoy le entregues tu vida. Te puedo guiar con
una oración. Dile así:
Señor Jesús:
entiendo que te necesito. Sé que me amas y que por eso viniste a morir por mis
pecados. Te pido perdón por ellos y toma el cetro de mi vida para que seas Tú
mismo morando en mí. Te abro la puerta de mi vida y te acepto como mi Señor y
Salvador personal. Hazme la persona que deseas que yo sea. Gracias por
perdonarme, limpiarme y darme una vida con un propósito definido y una
eternidad a tu lado. Muchas gracias, Señor Jesús.
Un abrazo y bendiciones.
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