Sigamos hablando del amor

El amor es paciente, es bondadoso. El amor no es envidioso ni jactancioso ni orgulloso. No se comporta con rudeza, no es egoísta, no se enoja fácilmente, no guarda rencor. El amor no se deleita en la maldad, sino que se regocija con la verdad. Todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta. 

1 Corintios 13:4-7.

Lectura: 1 Corintios 13:1-13.  Versículos del día: 1 Corintios 13:4-7.

MEDITACIÓN DIARIA

No importa seguir hablando sobre el amor. Dentro del mundo es muy fácil decir que amamos; pero si vamos a la realidad, no es cierto. Se cree por ejemplo que, si ayudo económicamente a fulano o a perencejo, con eso basta y eso es amor; no, no lo es: “Si reparto entre los pobres todo lo que poseo, y si entrego mi cuerpo para que lo consuman las llamas, pero no tengo amor, nada gano con eso” (v. 3). Se cree que se debe dar amor, únicamente a los que nos dan también amor, a los que nos hacen bien y no es así, miremos: “Si solo aman a quienes los aman a ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores aman a quienes los aman a ellos! Y si solo hacen bien a los que son buenos con ustedes, ¿qué mérito tienen? ¡Hasta los pecadores hacen eso! Y si prestan dinero solamente a quienes pueden devolverlo, ¿qué mérito tienen? Hasta los pecadores prestan a otros pecadores a cambio de un reembolso completo” (Lucas 6:32-34 NTV).

¡Ay Dios! Es que lo del amor al prójimo no es tarea fácil. Pidámosle al Señor que nos dé la capacidad de amar sin condición alguna; amar, a pesar de lo que sea. Les recomiendo hacer la lectura del día.

Señor Jesús: el nuevo mandato dejado por Ti no es fácil de practicar. Bendito Señor, enséñanos a despojarnos completamente en bien del caído, del necesitado, del desposeído, del que es ultrajado, maltratado. Igualmente enséñanos a amar a los que nos aborrecen y maldicen; a los que nos insultan y persiguen. Señor, los bendecimos también a ellos. Gracias porque en nuestras propias fuerzas no podemos lograrlo, pero dejándote obrar en nosotros podemos dar ese amor, que es el mismo que nos diste a cada uno. Muchas gracias bendito Señor y Dios. ¡Te amamos y queremos hacer tu voluntad!

Un abrazo y bendiciones.