Y el Rey dirá: Les digo la verdad, cuando hicieron alguna de estas cosas al más insignificante de estos, mis hermanos, ¡me lo hicieron a mí!
Mateo 25:40. NTV.
Lectura: Mateo 25:31-46. Versículo del día: Mateo 25:40.
MEDITACIÓN DIARIA
La lectura habla
exactamente lo que en la Iglesia Católica se llama: “Las obras de Misericordia”.
Y creo que ese nombre se debe a que en verdad dar al hambriento y sediento,
abrirle las puertas al forastero o cubrir su desnudez, visitar a los enfermos o
a los que están en prisión, son obras que nacen del corazón. Más exactamente
motivadas por el amor que despliega compasión y piedad. Recordemos que no es
hacer por hacerlas, “Si diera todo lo que tengo a los pobres y hasta
sacrificara mi cuerpo, podría jactarme de eso; pero si no amara a los demás, no
habría logrado nada” (1Corintios 13:3 NTV), es de verdad dar el amor de Jesús
en cada una de ellas. Hay muchas personas que tienen fundaciones, pero no con
el ánimo de ofrecer amor; unos incluso lo hacen porque es manera de no pagar
tanto impuesto. En esto no me meto; cada cual obra de acuerdo a su conciencia.
Pero para nosotros los cristianos, sí tienen mucho que ver nuestras acciones
con el amor que predicamos y que es el mismo amor de Jesús por nosotros. Como
conclusión veamos los que nos die Santiago: “Pues, como el cuerpo sin el
espíritu está muerto, así también la fe sin obras está muerta” (Santiago 2:26).
Señor Jesús:
oramos para que nuestras obras estén impregnadas del amor Tuyo. Señor, que no
hagamos nada por conveniencia o por tapar lo malo de nuestras acciones. Te
rogamos que seas Tú mismo a través nuestro, quien ofreces al prójimo el amor
verdadero, para ayudar al necesitado en el campo que sea necesario; y pon en cada
corazón, tanto el querer como el hacer. Gracias bendito Señor y Dios nuestro.
¡Te amamos!
Un abrazo y bendiciones.
No hay comentarios:
Publicar un comentario