No te pido que los quites del mundo, sino que los protejas del maligno.
Juan 17:15. NVI.
Lectura: Juan
17:6-19. Versículo del día: Juan 17:15.
MEDITACIÓN DIARIA
Este capítulo de Juan me
enamora más del Señor. Es tan bello y tan edificante ver al mismo Señor Jesús
orando al Padre primero por Él mismo; luego por sus discípulos y para terminar
orando por todos los creyentes. Así, tal cual; ahí estábamos tal vez tú, y yo
con certeza. La lectura de hoy corresponde a la oración por sus discípulos; que
al final, es también para nosotros. (Si no estás seguro de estar también, es el
momento de entregarle tu vida a Jesús de Nazaret. Simplemente habla con Él,
como con el mejor de los amigos).
No podemos esperar
salirnos del mundo porque aquí estamos, pero sí podemos orar para que el Señor
nos proteja del maligno. En resumen, como lo escuché en una ocasión: no puedo
impedir que los pajaritos vuelen alrededor de mi cabeza, pero sí puedo impedir
que hagan nido ahí.
Amado Dios:
Gracias porque desde que me escogiste para Ti, me convertí en tu discípula.
Enséñame y santifícame en la verdad; Tu Palabra es Verdad. Que siempre yo esté
cogida de la Verdad que Eres Tú mismo. Gracias bendito Señor por un día mirarme
con amor y decirme: ‘mía eres tú’. Gracias porque sé que Tú vas adelante
dirigiendo mis pasos, para librarme del maligno. Gracias, muchas gracias mi
Señor, mi Dios y mi Suficiente y Único Salvador. ¡Te amo buen Señor! ¡Te honro
y te doy todo el loor a Ti desde ahora y para siempre!
Un abrazo y bendiciones.
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