Aprendiendo a vivir el hoy

Así que no se preocupen por el mañana, porque el día de mañana traerá sus propias preocupaciones. Los problemas del día de hoy son suficientes por hoy. 

Mateo 6:34. NTV.

Lectura: Mateo 6:25-34.  Versículo del día: Mateo 6:34.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor a través de su Santo Espíritu ha estado redarguyendo mi corazón sobre diferentes aspectos de mi vida; esto con el fin de mostrarme que todavía me falta mucho por aprender. A veces pensamos que por llevar varios años en el cristianismo ya nos las sabemos todas y llega un momento donde el Señor te dice: ‘mírate, cuestiónate ¿es así o es a tu modo? Entonces he tenido que reconocer que estoy fallando. Este es uno de mis devocionales para preguntarme si en verdad estoy dejando gobernar al Señor en mi vida o estoy equivocada queriéndole ayudar a mi manera.

Desde siempre me ha gustado tener las cosas exactamente y esto me ha llevado a no vivir el día a día porque por ejemplo, desde el día anterior e inclusive con varios días de antelación quiero tener listo por decir algo, un almuerzo especial o simplemente el almuerzo del día. Esto me pasa con diferentes quehaceres de la casa, como la limpieza, la organización e incluso con mis devocionales. Quisiera a veces tener por adelantado tres, cuatro. ¿Y qué pasa cuando actúo así? Me siento más cansada, más cargada, no disfruto el presente y mi mente tampoco descansa. Estas cosas me han venido sonando desde el año pasado cuando por pensar: ‘ya casi se van los niños y sus papis’, el día se me va por entre los dedos y he dejado lo mejor a un lado.

El Señor empezó a tocar mi corazón sobre el tema con las dificultades que afrontamos respecto a la salud el año pasado y empezando este. Me llevó al punto que era aflicción tras aflicción y me sirvió para caer en cuenta que cada día es diferente y que como dice su Palabra: “el día de mañana traerá sus propias preocupaciones”. Mi oración es porque el Señor me enseñe a vivir el hoy en toda su plenitud.

Amado Señor: te pido perdón porque me he dejado llevar por los sentimientos, el quehacer, los problemas y no he aprendido a gozar el día que me das como el mejor, como si fuera el último. Perdóname porque me cargo con anticipación y mi paz se disipa y me agobia. Quiero aprender bien la lección y creerte por lo que me dices en tu Palabra. Los pajaritos que pasan volando y cantando, la yerba y las flores que crecen día a día, son ejemplo de tu grandeza y poder. Deseo descansar en Ti bendito Señor. Te doy gracias por mostrar mis errores y poner en mi corazón el ánimo de cambiar. ¡Te amo bendito Señor y Dios mío!

Un abrazo y bendiciones.