Así que ahora les doy un nuevo mandamiento: ámense unos a otros. Tal como yo los he amado, ustedes deben amarse unos a otros.
Juan 13:34. NTV.
Lectura: Juan
13:31-35. Versículo del día: Juan 13:34.
MEDITACIÓN DIARIA
Antes pensaba que amar al
prójimo era fácil, pero el Señor me ha mostrado que me falta mucho todavía. De
ahí, que resolví hacer mi devocional de hoy sobre el tema. Y es que este es uno
de los testimonios que podemos dar, tal como lo dice el versículo siguiente: “El
amor que tengan unos por otros será la prueba ante el mundo de que son mis
discípulos” (v. 35). Creo que si el Señor me hiciera al respecto un examen en
este momento, no pasaría la prueba. Definitivamente, es muy fácil amar cuando
nos hacen bien; cuando todo sale color de rosa. Sin embargo, con lo que nos
encontramos a diario es todo lo contrario, y yo misma me pregunto: ¿dónde queda
el amor que tú predicas Dora? Creo que ni siquiera soy yo, es el bendito
Espíritu Santo que me redarguye y me hace cuestionar. Pero aquello de que el amor
todo lo soporta, todo lo disculpa, todo lo cree, todo lo espera; aquello de que
es paciente y bondadoso; que no es egoísta ni se enoja fácilmente, ¿será qué es
el amor que yo doy? No, no creo; definitivamente no estoy dando el mismo amor
que el Señor dio por mí.
Señor Jesús: me
presento delante de Ti para pedirte perdón por no amar como deseas que lo haga.
Pensé Señor que era más fácil, pero ¡qué difícil lo veo últimamente! Gracias
por mostrarme mis errores; deseo cambiar y empezar a darlo tal como Tú lo
hiciste por mí. Permite que aprenda a ver solo las cualidades en las personas
que pones a mi lado y que no fije mi mirada en sus defectos. Enséñame también a
perdonar cuando me ofenden y a pedir perdón cuando yo soy la causante del
desagravio. Señor, límpiame y lávame con tu preciosa sangre y que tu Santo
Espíritu me llene de todo su fruto para amar tal como Tú me has amado.
¡Gracias, muchas gracias bendito Señor y Dios!
Un abrazo y bendiciones..
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