Cuando pases por aguas profundas, yo estaré contigo. Cuando pases por ríos de dificultad, no te ahogarás. Cuando pases por el fuego de la opresión, no te quemarás; las llamas no te consumirán. Pues yo soy el Señor, tu Dios, el Santo de Israel, tu Salvador.
Isaías 43:2-3. NTV.
Lectura: Isaías 43:1-13. Versículos del día: Isaías 43:2-3.
MEDITACIÓN DIARIA
Puedo afirmar que
nosotros como familia, hemos afrontado diversas dificultades. Sin embargo, con
el correr del tiempo y vienen las buenas horas, tal vez, esas aflicciones se
nos olvidan y quedan atrás. Pero saben, el confort no es bueno para el
cristiano; hay que aprender a vivir en medio de los problemas porque cuando consideramos
que todo está de nuestra parte, llegan vientos huracanados para hacernos caer
del pedestal en que nos encontramos, y retomar la mirada hacia Jesús, el iniciador
y perfeccionador de nuestra fe. Entonces, nuestra confianza en el Señor se pone
a prueba. Si dijera que esto es fácil, mentiría; pero una cosa sé, que el final
será tal como lo describe Santiago: “Así, cuando su confianza en Dios sea
puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades”
(Santiago 1:3 TLA). Y esto me recordaba la canción de: ‘Puedo confiar en el
Señor’, una de las primeras que aprendí en mi vida cristiana, pero que
solamente hasta ahora caigo en cuenta que una cosa es cantarla y otra vivirla.
Le doy gracias al Señor,
porque cuando creemos que todo lo sabemos o que ya hemos superado una
debilidad, el Espíritu Santo a través de su Palabra y del diario vivir, nos
muestra que nos falta mucho por recorrer.
Amado Señor:
gracias por tu Palabra que es verdad; gracias porque en medio de las
dificultades hemos aprendido a mirarte solamente a Ti. Mi Señor, Tú Eres el
Autor de nuestra fe y quien te encargas de perfeccionarla. Te doy gracias
porque si no fuera por esas pruebas, no estaríamos tan unidos Contigo. A veces
pienso mi Señor, lo que en otras ocasiones te he dicho: me amas tanto que no
quieres que me separe de tu lado ni siquiera por un segundo; y entonces, esta
es la manera de tenerme pegadita a Ti constantemente. Gracias, muchas gracias
bendito Señor y Dios. Al final todos en la familia veremos el propósito Tuyo
logrado y la victoria será solamente Tuya. ¡Te amamos buen Señor y Dios!
Un abrazo y bendiciones.
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