Una sonrisa para ofrecer y unos brazos para levantar

 Alégrense siempre en el Señor. Insisto: ¡Alégrense! Que su amabilidad sea evidente a todos. El Señor está cerca. 

Filipenses 4:4-5. NVI.

Lectura: Filipenses 4:1-7.  Versículos del día: Filipenses 4:4-5.

MEDITACIÓN DIARIA

El Señor nos anima continuamente a estar gozosos. De hecho, a nosotras las mujeres nos gusta que nos vean bonitas; pues bien, una manera de hacerlo es estando alegres (Proverbios 15:13). El Profeta Habacuc nos dice que pase lo que pase nos alegraremos en el Señor (Habacuc 3:18). Si vemos toda circunstancia adversa de este modo, no hay razón para entristecernos o preocuparnos porque no sacamos nada con hacerlo. Con preocupación o no, de todas maneras, las situaciones llegan y pasan.

Por otro lado, si hay algo bonito es encontrarnos con gente amable. La amabilidad es un valor importante para todo cristiano y se demuestra especialmente con la misericordia que va atada a la generosidad basada en el amor del Señor Jesús hacia el prójimo. Desde los tiempos de Pablo se nos anima a estar pendiente porque el Señor está cerca. Puede ser ahora, o pasar otros dos mil años; no lo sabemos, pero lo que sí sabemos es que nos debemos gozar en el Señor.

Señor Jesús: Tú Eres vida y esa vida es la que nos hace ver, oír o sentir. Contigo somos completos en todas las áreas y por lo tanto gozarnos es parte de lo que nos has regalado para llevar una vida plena y acorde con tu santa voluntad. Gracias Señor por mirarnos con ternura y consentir que seamos parte de tu reino. Permite que cada día tengamos una sonrisa para ofrecer y unos brazos para abrazar y levantar. ¡Te amamos Señor!

Un abrazo y bendiciones.