¡Jerusalén, Jerusalén, que matas a los profetas y apedreas a los que se te envían! ¡Cuántas veces quise reunir a tus hijos, como reúne la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero no quisiste!
Lucas 13:34. NVI.
Lectura: Lucas 13:31-35. Versículo del día: Lucas 13:34.
MEDITACIÓN DIARIA
Ahora la Jerusalén eres
tú y son palabras de Jesús exactamente para ti. Déjate consentir por el Maestro
por excelencia, el Rey de reyes y el Señor de señores. Él desea cobijarte bajo
sus alas para que dejes el temor, la frustración, el desánimo, la desilusión, la
enfermedad y la soledad en sus manos. Muchas veces el Señor ha querido llegar a
tu casa y no le has permitido seguir. No tienes por qué rechazarlo; Él sólo
quiere darte su paz, su amor y su bendición. Te dice: “¡Mira! Yo estoy a la
puerta y llamo. Si oyes mi voz y abres la puerta, yo entraré y cenaremos juntos
como amigos” (Apocalipsis 3:20 NTV). Jesús quiere ser tu amigo, confidente y
Salvador. Si deseas decirle: ‘Sigue’, te puedo guiar con una corta oración:
Señor Jesús: yo te
necesito; hoy te abro la puerta de mi vida y te recibo en mi corazón como mi
Señor y Salvador. Perdona mis pecados y hazme la persona que deseas que yo sea.
Ocupa el trono de mi ego y siéntate ahí para que me cobijes y resguardes bajo
tus alas. Gracias por perdonarme, limpiarme y darme una nueva vida Contigo. Gracias
por el amor que me manifiestas y por poder descansar en Ti.
Un abrazo y bendiciones.
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